Maestría de Zotoluco
Para poder dominar a Bigotón, el bravo cuarto, se necesitaba un maestro y Zotoluco dijo: "Aquí estoy yo". Lo saludó de hinojos con larga cambiada y bajando las manos le enjaretó sentidas verónicas. Sometió lo revoltoso y violento del astado con gran técnica hasta meterlo en la franela. Cuajó una faena de poder en la que barriendo la arena ligó tandas de templados derechazos.
Pero lo grande fue por el izquierdo al trazarle soberbios naturales en varias series que corearon "torero, torero" los 40.000 espectadores.
Perdió el rabo por fallar con el acero y los despojos del toro merecieron arrastre lento.
Con entrega y decisión, Zotoluco lidió con firmeza al tardo primero, que no transmitía y llevándolo con ritmo y pausa le ligó series de lentos naturales y tandas de redondos.
De Santiago / Zotoluco, González, El Juli
Toros de De Santiago: buenos mozos, faltos de fuerza, excepción 4º y 5º; descastados y sin transmitir, salvo el 4º. Zotoluco: oreja y petición de otra; aviso y al tercio. Paco González: al tercio y palmas. El Juli: oreja protestada y abucheos. Monumental Plaza México, 19 de enero, 12ª corrida de la temporada, casi lleno. Para poder dominar a Bigotón, el bravo cuarto, se necesitaba un maestro y Zotoluco dijo: "Aquí estoy yo". Lo saludó de hinojos con larga cambiada y bajando las manos le enjaretó sentidas verónicas. Sometió lo revoltoso y violento del astado con gran técnica hasta meterlo en la franela. Cuajó una faena de poder en la que barriendo la arena ligó tandas de templados derechazos. Pero lo grande fue por el izquierdo al trazarle soberbios naturales en varias series que corearon "torero, torero" los 40.000 espectadores. Perdió el rabo por fallar con el acero y los despojos del toro merecieron arrastre lento. Con entrega y decisión, Zotoluco lidió con firmeza al tardo primero, que no transmitía y llevándolo con ritmo y pausa le ligó series de lentos naturales y tandas de redondos. Su faena fue inteligente y, a la hora de la verdad, el adversario lo golpeó en el pecho pero aun así dejó una buena media. A Paco González le tocó el lote más manso y descompuesto. Con entrega y calma se enfrentó al segundo, que caminaba con gran esfuerzo. Hizo un quite por fregolinas que motivaron una ovación cerrada por lo artístico de sus lances. Al llevar al caballo al peligroso quinto, éste lo arrolló y con la pezuña le abrió una brecha en el parietal derecho. Pese a ello, con pundonor y valentía lo lidió hábilmente. Al soso tercero, que vino a menos, El Juli lo banderilleó con su acostumbrado acierto. Tapándole la cara y con la muleta a media altura lo toreó con suavidad y gusto. Lo mejor fue el volapié para dejar una estocada que caló a la res. Es cierto que el sexto presentaba dificultades por su invalidez pero se supone que una primera figura como El Juli tiene los recursos necesarios para lidiarlo con decoro y sacarle algún provecho. Por su desgana frente al bicho, la afición lo despidió con prolongados abucheos.
Su faena fue inteligente y, a la hora de la verdad, el adversario lo golpeó en el pecho pero aun así dejó una buena media.
A Paco González le tocó el lote más manso y descompuesto. Con entrega y calma se enfrentó al segundo, que caminaba con gran esfuerzo. Hizo un quite por fregolinas que motivaron una ovación cerrada por lo artístico de sus lances.
Al llevar al caballo al peligroso quinto, éste lo arrolló y con la pezuña le abrió una brecha en el parietal derecho. Pese a ello, con pundonor y valentía lo lidió hábilmente.
Al soso tercero, que vino a menos, El Juli lo banderilleó con su acostumbrado acierto. Tapándole la cara y con la muleta a media altura lo toreó con suavidad y gusto. Lo mejor fue el volapié para dejar una estocada que caló a la res.
Es cierto que el sexto presentaba dificultades por su invalidez pero se supone que una primera figura como El Juli tiene los recursos necesarios para lidiarlo con decoro y sacarle algún provecho.
Por su desgana frente al bicho, la afición lo despidió con prolongados abucheos.
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