El Joventut se sube al tren de la Copa

El premio de la clasificación para la Copa del Rey se la ganó ayer el Joventut merced a su dominio del rebote, su acierto anotador y el sentimiento de orfandad con el que su rival, Caja San Fernando, afrontó el choque tras la lesión de Abrams, su principal pilar.

El Caja empezó al partido con intensidad, con voluntad de decantarlo de su lado desde el primer minuto. Marcó parciales de 7-2 y 12-4 gracias a su orden defensivo y a la falta de concentración con la que el Joventut saltó a la cancha. Un tiempo muerto pedido por Manel Comas hizo reaccionar a los suyos y todo fue distinto desde entonces. Tabac, Marco y Vázquez se pusieron las pilas, empezaron a anotar y a coger rebotes y, con la ayuda de los fallos de los tiradores rivales, alcanzaron ya el final del primer cuarto con el marcador equilibrado (19-22).

El Caja lloraba la baja de Abrams. Su sustituto, Sekunda, dio la talla en la faceta anotadora, desde el perímetro, pero se echó en falta la autoridad en el interior, tanto en el rebote como en la anotación, del pívot lesionado. En el segundo cuarto, hasta el descanso, ambos equipos se entregaron a un intercambio de golpes, muchos de ellos triples de Paco Vázquez, del que salió victorioso el Joventut (38-45 al descanso).

El equipo catalán, animado a la vista de que, sin Abrams, no era tan fiero el rival, salió del vestuario dispuesto a sentenciar el partido. Con la magistral y veloz dirección de Marco, el Joventut se apuntó un parcial de 0-8 y alcanzó su máxima diferencia a favor (42-55).

El equipo sevillano, en su peor momento, se agarró a los lanzamientos de Slanina y Pérez. Aupado por su público redobló su esfuerzo defensivo y, pese a sus problemas con el rebote, empezó a obtener resultados. Paco Vázquez cometió su cuarta falta personal, abandonó la cancha, y los suyos notaron su ausencia.

Pero de nada sirvió al final el esfuerzo de fe e intensidad del equipo sevillano. Aunque el Caja llegó a acercarse a tres puntos (71-74), fue víctima de su miedo y su incapacidad anotadora permitió que Marco, ayudado por Jofresa, se impusiera en el control del partido. Al final, intercambio de faltas y tiros libres hasta llegar al 82-87 definitivo que premia con la clasificación para la Copa el mayor acierto de Joventut y castiga el desamparo que ayer, sin Abrams, sintió el Caja San Fernando.