_
_
_
_
_

"¿Qué ha hecho Fernando Torres"?

Los defensas del Madrid ponderan el valor del delantero del Atlético a tres días de enfrentarse a él

Diego Torres

Fernando Torres visita el Bernabéu para jugar el derby con el Atlético y los defensas del Madrid velan las armas con el aplomo de los que esperan dar una lección memorable a un aprendiz díscolo. "¿Qué ha hecho Torres?", se preguntan.

Hierro se entrena en días de descanso y no abre la boca, metido en su papel de competidor afanoso y calculador. Roberto Carlos, con tacto populista, lo propone como fichaje para el Madrid. Salgado asegura que es una herejía compararlo con Raúl y lo ve demasiado lejos de su banda como para preocuparse mucho por él. Y Helguera dice que le espera en el Bernabéu, a las 20.30.

El central cántabro se tiene bien visto el último Atlético-Depor. "En los dos goles que provocó Torres, Naybet le dio espacio", recordó ayer Helguera; "y fue un error. Torres es muy rápido pero tiene dificultades para recibir de espaldas. Hay que dejarlo recibir, y ahí mismo apretarlo para que no se gire. Es de los delanteros que atacan al espacio por eso no le puedes perder de vista. No te encara como Raúl, con el balón al pie, sino que descarga y busca la devolución al hueco".

"Compararle [a Torres] con Raúl es una barbaridad", opinó Salgado, en la Ciudad Deportiva; "todavía le queda mucho por demostrar y ya lo están vendiendo como a un fuera de serie". Sus colegas de línea, Helguera, Roberto Carlos y Hierro, también escuchan con la mosca en el ojo el eco que dejó la actuación del delantero, el domingo en el Calderón, donde marcó su noveno gol en Liga -Raúl lleva ocho y Ronaldo siete-.

Torres controlando el balón con el pecho y orientándolo hacia la línea de fondo a toda velocidad, haciéndose un autopase con comba frente Naybet y marcando con la pierna mala; Torres metiéndole un caño a Naybet, y dejando a Correa solo ante el gol... Los cuatro defensas titulares del Madrid se han ido cargando de agresividad competitiva a medida que las imágenes se reproducían una y otra vez por la tele. Cada uno a su manera alimenta el instinto territorial. Mantener la zona libre de delanteros es la mayor fuente de amor propio de los defensas, una cofradía aparentemente ajena al desfile de altos egos de los atacantes. Esta ley -de la que no escapan ni sus propios compañeros en los entrenamientos- se aplica con más rigor si el retador se apoda El Niño, es altivo, elegante, veloz, y pertenece al equipo vecino.

"Me parece que es una exageración comparar a Torres con Raúl", opinó Salgado. "Raúl ha jugado 300 partidos en Primera y ha gando tres Copas de Europa con 25 años. A Torres todavía le queda mucho por recorrer. Además, no me parece que sea de tirarse mucho a la banda izquierda, así que no creo que deba estar muy pendiente de él el domingo".

En su afán de acentuar la simpática imagen que divulga, Roberto Carlos llegó a decir que, por su "gran calidad", ve a Torres "en el Madrid". Además de proponer la contratación de su contrincante, el brasileño deberá cuidarse del espacio que deje cada vez que suba la banda, puesto que Torres, según demostró ante el Depor, inicia sus jugadas desde la derecha.

Hierro no dice nada. Si alguien le recuerda a su rival -"¡oye, cuidado con Torres!"- el central malagueño se limita a torcer el entrecejo y forzar una ligera sonrisa. Muy ligera. Desde 1996 Hierro no habla de los delanteros que deberá marcar el próximo partido. Es una superstición que instauró con Alkorta, en vísperas de un Madrid-Barça, cuando en el club azulgrana jugaba Ronaldo. Se negó a hablar de Ronaldo y luego Ronaldo no le metió ni un gol. Desde entonces no dice nada. Otra cosa es que El Niño le resulte indiferente. Al contrario. Competitivo como es, Hierro no ve la hora de que Torres le pise el huerto. Medirse al incipiente fenómeno y brindarle la faena al Fondo Sur es un deseo que el propio Torres se arriesgará a satisfacer. Según sus técnicos en las selecciones juveniles, el chico tiene algunos defectos pero nunca se arruga. Torres intentará atacar al veterano en campo abierto para superarlo por velocidad.

"¿Que si la defensa del Madrid está preocupada por él? Para nada", dice Helguera; "es un buen jugador pero la prensa le ha puesto por las nubes demasiado rápido. ¿Qué ha hecho? Creo que desde el partido contra el Depor se ha ganado la titularidad pero antes no la tenía asegurada. El año pasado metió seis goles en toda la temporada".

Salgado, en el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva.
Salgado, en el entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva.CLAUDIO ÁLVAREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_