_
_
_
_
_

Maragall impulsa a Barcelona para la resolución de conflictos internacionales

El líder socialista se declara preparado para gobernar Cataluña

Enric Company

Con 2003, año de elecciones autonómicas, llega para la izquierda catalana, en opinión del líder socialista Pasqual Maragall, el momento en el que "los ideales podrán convertirse en políticas prácticas". Lo explicó ayer en una conferencia dictada en el Colegio de Periodistas, en la que el título, Preparados para gobernar, era el mensaje. Entre los proyectos expuestos destacó el de potenciar Barcelona como foco internacional. El Fòrum 2004 podría dejar para Barcelona, dijo, la sede de un centro de resolución de conflictos internacionales.

Al impulso de la capital catalana como foco internacional contribuirá el hecho de que en 2004 se convertirá en sede de la Organización de Ciudades Unidas. Para enfatizar la importancia de esta sede, Maragall dijo a la audiencia, entre la que se encontraba el alcalde de Barcelona, Joan Clos: "En Nueva York está la sede de los Estados, la ONU, y en Barcelona estará la de las ciudades".

Maragall aludió a la proyección internacional de Cataluña tras un repaso sobre algunas de sus propuestas, que reiteró. A esta proyección deberán contribuir, explicó, el reactivado Instituto Europeo del Mediterráneo, el Patronato Catalán Pro Europa, del que afirmó que "no cumple ni el papel de lobby que podría tener", y centros como el Cidob, que preside Narcís Serra.

Si este fue el último punto de la conferencia, el primero había sido el compromiso de volcar la acción de un gobierno catalán formado por la izquierda tras las autonómicas de otoño -para las que aventuró la fecha del 26 de octubre- en la consecución de "barrios tranquilos y escuelas dignas".

Tolerancia

Este compromiso obedece a la decidida voluntad de "evitar que nazca la semilla de la intolerancia" en las localidades, los barrios y los centros escolares donde se produce la relación de los autóctonos con los inmigrantes. Maragall afirmó: "No es con campañas publicitarias como se garantiza que Cataluña no sea un país intolerante".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El segundo asunto que abordó fue el de la vivienda. Lo hizo para señalarlo como un punto crítico en el que confluyen una necesidad social vivamente sentida y una de las debilidades estructurales de la economía catalana. La que durante tanto tiempo ha sido región puntera de la economía española, dijo, sufre hoy las consecuencias negativas de no apostar por las inversiones en capital riesgo, en innovación y en la sociedad del conocimiento. Eso es lo que produce esa sensación de que otras regiones crecen más. La respuesta que aventuró es que "en Cataluña rinde más el capital inmobiliario, y es más seguro, que el capital invertido en otras cosas".

Si las urnas le son propicias, la de ayer fue la última vez en la que Maragall ha abierto el año político con una conferencia como líder de la oposición. El presidente del PSC lo tuvo en cuenta y, sin triunfalismos, aseguró que ahora la izquierda "está en condiciones de aprobar esta asignatura pendiente". Afirmó también que se considera "representante de un colectivo que lleva 120 años queriendo gobernar este país" y sólo lo ha conseguido en periodos "breves y trágicos".

Pero en este momento Cataluña está ya "madura", dijo, para una nueva etapa de gobierno, en la que se verá que hasta ahora sólo ha tenido "una cata" de autogobierno.

Además de dar prioridad a los asuntos sociales como la citada seguridad en los barrios, la calidad en las escuelas, los problemas de la vivienda y la política de apoyo a la familia, Maragall señaló que en lo que queda de legislatura, es decir, antes del verano, el PSC quiere que se inicie en el Parlament el proceso para la reforma del Estatuto, sobre el que destacó que existe ya un amplio acuerdo desde que CiU se sumó a la posición de los tres partidos de la izquierda.

Maragall explicó que si no se hace así, se corre el riesgo de que la combinación entre periodos electorales y el encadenamiento de tramitaciones en el Parlament y en las Cortes alargue el proceso hasta el año 2008. Una fecha que le pareció excesivamente alejada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_