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Reportaje:

El andamiaje del cómic

Una exposición muestra en Granada el proceso de creación de los grandes dibujantes

El cómic no es un arte menor. Es arte puro, y muy pocos lo saben. Quien lee un cómic cree con frecuencia que los dibujos y la historia han sido prácticamente improvisados sobre la marcha por su autor, así, sin más. Que cogió una plana en blanco y se puso a dibujar. Muy pocos saben la cantidad de horas que hay tras una sola página de cómic, los bocetos, los estudios, los dibujos tirados a la basura. Todo eso, las pruebas, los ensayos de una viñeta, es lo que desde el pasado viernes y hasta el próximo 21 de febrero puede contemplarse en el Hospital Real de Granada: una exposición sobre el andamiaje de las páginas de cómics de algunos de los autores contemporáneos más importantes del mundo.

"Esta exposición nació de una curiosidad", explica Sergio García, comisario de la muestra, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Granada y autor de cómics. "Yo quería saber cómo era el proceso creativo de los dibujantes. Pensaba que hay un proceso determinado perfectamente estructurado para hacer un cómic. Pero descubrí que no, que cada autor tiene su propia manera de crear, que hay tantas formas de dibujar como dibujantes. Era interesante mostrar eso".

García decidió pedir a cada uno de los principales autores de cómic del mundo una página de un trabajo publicado y todo el proceso que habían realizado para llegar a ella. Comenzó a recibir bocetos, ensayos, pruebas fallidas, guiones. Eran, en definitiva, todas las horas invertidas en una página que se lee en un minuto y también los secretos de algunos de los dibujantes más influyentes del momento.

En la muestra de Granada están presentes François Boucq, Bernard Cosey, Johan De Moor, Hermann Huppen, André Juillard, Mike Manley, José Luis Munuera, Michel Plessix o Thierry Robin, entre otros. De todos ellos se muestran, primero, sus bocetos, sus ideas originales, y luego el proceso de producción hasta llegar a la página publicada. Para explicarlo: la muestra viene a ser el manuscrito de un novelista, con sus tachaduras y correcciones, con sus supresiones de párrafos o las nuevas ideas para un libro.

La exposición tiene, además, el aliciente de que el propio García, mediante visitas guiadas, va explicando todo el proceso de creación de cada uno de los dibujantes seleccionados, las técnicas que utilizaron y el modo en el que decidieron usar determinados colores o imágenes.

Así, el visitante puede ver cómo André Julliard, por ejemplo, escribe un guión completo antes de ponerse a dibujar y hace hasta cuatro o cinco bocetos diferentes, desde diversas perspectivas, de una misma viñeta. Otros, sin embargo, como François Boucq, dibujan directamente sobre el papel, que ellos mismos colorean sobre la marcha. "Pero es que Boucq es Boucq", explica García.

"La importancia del cómic", añade el comisario, "no está en los originales que tú hagas, sino en el resultado final. El cómic está pensado para ser publicado, no para que se conserven los originales, de ahí la gran curiosidad de la exposición".

Dibujos al servicio de la narración

"La verdad es que casi nunca me planteo como trabajo. Algo algunos bocetillos, pero nada más". José Luis Munuera, granadino de 30 años, es uno de los mejores autores de cómic del momento. Ya ha publicado en Francia 5 libros de su serie Merlín. Es uno de los autores representados en el Hospital Real de Granada. "Siempre te planteas el diseño de una página, cómo va a comenzar y cómo debe terminar", dice. "Lo demás va surgiendo".

¿Cuántas viñetas deben ir en una página, qué imágenes son las que deben dibujarse, qué tipo de escenas? Ésas son las preguntas a las que un buen autor de cómic debe responderse siempre ante un folio en blanco.

"Hay algo que muy pocos saben", dice por su parte el comisario de la exposición, Sergio García. "Lo importante de un buen cómic no es el dibujo, sino la narración. El dibujo debe estar siempre al servicio de la narración".

Ésa es una de las lecciones que García explica a los alumnos de la Facultad de Bellas Artes que quieren hacer el doctorado de cómic y que estos días visitan la muestra para conocer los secretos de los grandes autores.

Algunos de ellos, como Juanjo Guarnido, que trabaja para Disney y que fue uno de los participantes en la película Tarzán, analizan hasta el más mínimo detalle el story-board (el boceto con la historia) antes de ponerse a trabajar. Otros incluso se documentan sobre algún lugar haciendo centenares de fotografías in situ para luego ser lo más fieles posible a la hora de dibujar.

Meticulosos o desordenados, concienzudos o desaliñados, cada uno de los paneles de la exposición muestra la personalidad de sus autores, las diferentes técnicas que han utilizado y todo el camino que les ha llevado a un resultado. Es como ver todo el proceso creativo de Picasso que concluyó en el Guernica. Así es cómo el visitante percibe queel cómic no es banal ni superficial, sino puro arte. Comprende que una viñeta puede ser un cuadro o que el Guernica puede ser una impresionante y gigantesca viñeta.

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