El alcalde de Vitoria declara que "hasta los niños de pecho saben que Batasuna es ETA"

El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, del PP, aseguró ayer que "hasta los niños de pecho en el País Vasco saben que Batasuna es parte de ETA". Alonso realizó esa afirmación durante su declaración como testigo en el proceso de ilegalización de Batasuna que se tramita ante una Sala especial del Tribunal Supremo, integrada por 16 magistrados. Ana Urchueguia, alcaldesa de Lasarte (Guipúzcoa), igualmente relató el acoso y hostigamiento que sufren los ciudadanos no nacionalistas en el País Vasco y las amenazas de muerte que pesan sobre los miembros del PP y PSOE.

Si la representación de Batasuna había salido triunfante tras la primera serie de testigos, 13 ertzainas que no habían vinculado a Batasuna con ETA, ayer sufrió un severo revolcón. Tanto los alcaldes de Vitoria y Lasarte como el comandante de Marina de San Sebastián, Carlos Galindo, y el senador del PP Gonzalo Quiroga fueron brillantes en la exposición de unos hechos que, según sostuvieron, son públicos, notorios y evidentes para todos aquellos que viven en el País Vasco, y que no son otros que Batasuna es el brazo político de ETA y como tal organiza y participa en las agresiones, insultos y actos de presión contra todos aquellos que no piensan como ellos y en especial contra los políticos no nacionalistas y los integrantes del Ejército y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Los dos alcaldes se negaron a facilitar su domicilio particular y proporcionaron el de la corporación municipal por razones de seguridad, ya que ambos están amenazados de muerte y llevan permanentemente escolta. Ambos sostuvieron que lo más seguro es que los etarras ya conozcan sus domicilios, pero por precaución nunca dicen dónde viven ni dónde pasan las vacaciones.

Alonso dijo que el clima de inseguridad es permanente en el País Vasco y que 16 de los 27 concejales de Vitoria llevan escolta porque están amenazados de muerte por ETA. Agregó que los tres concejales de Batasuna acuden al Ayuntamiento a defender los intereses de ETA, como se evidencia por el tipo de mociones que presentan, porque nunca condenan los asesinatos que comete la banda y con su actitud dan respaldo a los crímenes de ETA, y citó concretamente el del secretario general del PSE-PSOE Fernando Buesa.

El letrado de Batasuna Adolfo Araiz trató de que Alonso dijera que tenía interés en que Batasuna sea ilegalizada. El alcalde precisó que no tiene un interés personal, sino que desea que se aplique la legalidad del Estado de derecho, con todas las garantías pero con todo el rigor.

Araiz insistió en que Alonso había hecho manifestaciones pidiendo la ilegalización de Batasuna, pero éste replicó: "Batasuna y ETA son lo mismo. La evidencia es de cada día y todo el mundo lo sabe en el País Vasco. Por eso creo que incurre en los supuestos que contempla la ley de Partidos". Y ante una nueva insistencia, Alonso proclamó que "todo el mundo tiene interés en la causa, como los 16 concejales que viven con escolta y están permanentemente amenazados de muerte y todos los ciudadanos que quieren vivir con normalidad y prueba de ello es la cantidad de medios de comunicación que han venido hoy aquí".

Violencia verbal

La alcaldesa de Lasarte relató la violencia verbal que existe en casi todos los plenos municipales, muchos de los cuales han tenido que ser suspendidos por los insultos continuos de los miembros de Batasuna.

Tras narrar múltiples incidentes en los que la propia alcaldesa fue agredida por elementos de Batasuna, destacó que además de vivir con protección permanente tiene que variar continuamente los itinerarios, las costumbres, la hora de entrada al Ayuntamiento, etcétera, como medidas de seguridad. Incluso explicó que ha tenido recientemente un sobrino, pero que para no perjudicar a su familia no va a casa de su hermano sino que le han llevado el niño al Ayuntamiento.

Carlos Galindo y Gonzalo Quiroga recordaron un incidente con miembros de Batasuna el 16 de julio de 2002 en San Sebastián. Unos 30 batasunos les amenazaron y dieron vivas a ETA. Tanto Galindo como Quiroga identificaron al concejal de Batasuna Josetxo Ibaceta como uno de los que les increparon. El subdelegado del Gobierno, José Antonio Foncillas, que también estaba presente en el incidente, testificó en el mismo sentido, pero no recordaba el nombre de concejal y tuvo que leerlo en un papel donde lo llevaba apuntado.