Absuelto un hombre que fue condenado por parecerse a otro
Gregorio Martínez, de 36 años, se ha librado de cumplir cinco años de prisión por un delito por el que fue condenado y que no cometió. Así lo ha decidido la Audiencia de Valencia después de que el Juzgado de lo Penal número 9 de Valencia no atendiera a las pruebas que exculpaban a Gregorio.
El 25 de mayo de 2001, sobre las 8.30, un hombre con un cuchillo y acompañado de una mujer rubia atracó una sucursal del Banco de Valencia en la capital. Se llevó 2.560,31 euros y su actuación quedó registrada en la cámara de seguridad. La brigada de atracos cruzó la imagen grabada con su archivo fotográfico y encontró un retrato de Gregorio, con antecedentes por robo, de 1990. A pesar de la diferencia de peso, el parecido era importante y los testigos le señalaron como el ladrón en la foto, que les fue mostrada media hora antes de la rueda de reconocimiento.
La casualidad quiso que Gregorio, en un programa de desintoxicación por entonces, aquella mañana tuviera un examen a un kilómetro de la sucursal a las 9.00. El fiscal argumentó que tuvo tiempo para atracar el banco y se le había reconocido. Gregorio negó los hechos. Su abogado, Juan Eduardo Sendra, descompuso la imagen del vídeo para probar que las orejas, la nariz o los dientes no coincidían, pero la acusación del director del banco y del cliente -que dijo incluso que el del vídeo no era y sí el que estaba en el banquillo, o sea Gregorio- acabaron en condena.
Después del juicio, días antes de conocerse el fallo, un compañero de terapia al ver el fotograma del robo reconoció en él a un tal Joaquín, apodado El Largo. "Tenía que encontrarlo, era mi salvación", explicó ayer Gregorio. Pero no llegó a tiempo, el juez le impuso cinco años de cárcel. Fotograma en mano, el afectado se fue a la comisaría de Paterna. "Me sentía una hormiga a la que iban a pisar. Entré y pedí ayuda", dijo. Dos días después, el comisario de Paterna averiguó que Joaquín El Largo cometió el atraco en un permiso penitenciario y fue detenido tres días después por conducir un coche robado en compañía de una mujer rubia. Aún así, Gregorio entró en prisión. Al tercer recurso salió en libertad provisional, pero durante una año ha fichado cada semana. Ahora, se demuestra que era inocente.
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