_
_
_
_
Reportaje:

Rebajas de enero, ecuaciones de otoño

Comienza el rito comercial anual con una ola de frío y lluvia helada que dispara la venta de prendas de abrigo y gabardinas

La aparición súbita del frío se convirtió ayer en el principal aliado del comienzo de las rebajas. Este rito comercial anual, que se prolongará hasta primeros de marzo, arrancó con brío en grandes almacenes y medianos y pequeños comercios de barrio, tras unas Navidades húmedas, pero de temperaturas bonancibles.

La bajada de los termómetros hasta los 5 grados centígrados en algunas zonas de Madrid, más las lluvias generalizadas y con neblina, preludiaban una elevación de la demanda de abrigos, gabardinas y chaquetones, como en efecto sucedió durante la primera jornada.

Novedad de esta edición es asimismo la reducción hasta un 50% de los precios precedentes en grandes almacenes, como El Corte Inglés, o en cadenas de tamaño medio-alto, como Cortefiel o Benetton, si bien en algún comercio de confección del barrio de Salamanca, como en HM, en la calle de Goya, la rebaja se veía anunciada con carteles de color rosa, en los que figuraba el guarismo 70% como reclamo sustentado en ofertas reales.

Pequeñas tiendas y grandes superficies liberan, a precios reducidos, género de la temporada anterior

Decenas de miles de personas, señaladamente mujeres, reiniciaron ayer el rito anual en los accesos a los grandes almacenes y en los comercios y tiendas de menor tamaño. El descenso invernal de los precios se atiene sobre todo a los artículos de confección, destacadamente prendas de vestir, al calzado y a los bolsos, si bien en grandes superficies se extiende también a los electrodomésticos, los muebles de cocina y otros productos.

"Las rebajas se hallan estrechamente vinculadas a los artículos de temporada", explica Francisco Martín Cabrera, de 58 años, director de El Corte Inglés del paseo de la Castellana. "Básicamente, las rebajas consisten en un mecanismo orientado a beneficiar simultáneamente al cliente, al vendedor y al fabricante mediante la salida, a precios reducidos, del almacenaje de artículos no vendidos durante el desarrollo de la temporada precedente", señala. "Lo más importante de las rebajas es que las familias ya las han incorporado a la planificación de su economía doméstica", comenta Martín Cabrera. "Son ya muchas las familias que de manera planificada reservan recursos para las rebajas, que han dejado de ser episodios ocasionales para convertirse en ofertas reiteradas". A su juicio, "la ganga, entendida a la vieja usanza como algo que costaba 1.000 y podía ser adquirido por 5, ha dejado de existir. Y ello, porque la pluralidad de los artículos que se ofrecen permite transformar lo excepcional en algo ventajoso, mucho más extendido".

Para Pedro Herranz, de 52 años, propietario de un establecimiento de calzado de la calle de Alcalá, "las rebajas son un mecanismo de acumulación de dinero para afrontar la temporada siguiente". Y explica su parecer: "A veces, cuando rebajo el precio de unas zapatillas al 50% no gano nada, pero, sin devaluar la calidad y manteniéndola, ofrezco a mis clientes un artículo bueno, mientras yo logro liberar mi pequeño almacén para poder incorporar género nuevo".

A la pregunta de si una rebaja tan acentuada como un 50% en los precios de los artículos no indicaría ya un sobreprecio de partida, Francisco Martín Cabrera responde: "La oferta de un producto se determina según un recorrido que abarca desde su salida al mercado hasta su remate. Cuando un artículo se vende muy bien en el comienzo de esta salida, realiza el beneficio ya entonces, pero, si en su arranque se vende en menor cuantía, la oscilación posterior de su precio tiende a equilibrarlo".

Los comerciantes consultados distinguen entre los artículos conocidos como oportunidades y los de rebajas, propiamente dichas: las oportunidades suelen ofrecerse a lo largo de todo el año; se trata de ejemplares sueltos, por ejemplo; pero los artículos rebajados salen al mercado al culminar dos temporadas anuales, otoño-invierno y primavera-verano.

Un comerciante oriundo de China, que regenta un establecimiento de los denominados Todo a 100 en la calle de Hermosilla, niega que vaya a inaugurar rebajas. "Los precios aquí son ya óptimos ¿Para qué reducirlos más?", se pregunta.

Psicoanalistas y estudiosos del consumo señalan que, aparte de la entidad de las rebajas como mecanismo comercial corrector, cumplen una función similar a la de una especie de ajuste moral, algo así como un bálsamo para las personas que se sienten afligidas por haber gastado demasiado en las Navidades.

El factor humano: eventuales a prueba

Las rebajas de enero sobrevienen en una etapa del año en la que los dependientes del pequeño, mediano y gran comercio se encuentran en extremo fatigados por la reciente campaña de Navidad. "Este año hemos abierto casi todos los días, incluido el 5 de enero, la víspera de Reyes, en la que estuvimos hasta las once de la noche al pie del cañón. A veces, los empleadores creen que somos de goma", se queja una dependienta de grandes superficies que prefiere mantener su anonimato. "Lo que peor llevo es la tensión y los malos modos de la gente, sobre todo de aquella que lo deja todo para el final y parece no enterarse de que ha dispuesto de tiempo suficiente para ahorrarse el agobio", señala una empleada de otro establecimiento de tamaño medio, en la calle del Conde de Peñalver. Uno y otro establecimientos han experimentado estas rebajas una llegada masiva de clientes. En navidades los empresarios del sector contratan a personal eventual, preferentemente para la venta de juguetes antes de la festividad de los Reyes Magos. "En El Corte Inglés", subraya el director del centro del paseo de la Castellana, Francisco Martín Cabrera, "aumentamos la plantilla entre el 20% y el 30%". Como se trata de una etapa de gran importancia comercial, las rebajas constituyen una plataforma de aprendizaje para los dependientes eventuales recién llegados. "Aquellos que, en esta etapa, demuestran su valía y que saben vender bien suelen quedarse con nosotros. Primero se les prorroga la estadía durante las rebajas, en las que se les integra en departamentos de ropa y confección, para ser enviados luego a otros departamentos", explica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_