Una caída
El 14 de diciembre una señora de 66 años se cayó por las escaleras del portal número 9 de la calle de Colombia, sufriendo un tremendo golpe en la cabeza.
La primera reacción fue llamar al Samur y procurar no mover a la persona, que estaba semiinconsciente. Pues bien, esto ocurrió a las 13.00 de un día festivo, no había tráfico en Madrid.
La cuestión es que la respuesta telefónica del servicio de urgencia fue que "una ambulancia iba para allá"; esperamos media hora y volvimos a ponernos en contacto con este servicio; nos volvieron a decir que "la ambulancia estaba en camino".
Cuando llevábamos 52 minutos, llamamos indignados y nos comentaron que en esos momentos "quedaba una ambulancia libre". Si nos hubieran transmitido esa información en la primera llamada, habríamos trasladado por nuestros propios medios a la persona accidentada en un primer momento y no una hora después del accidente.
La accidentada es mi madre y, afortunadamente, se encuentra bien, pero me gustaría que nadie tuviera que sufrir una espera tan larga sin saber qué hacer y esperando una asistencia médica "urgente".
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