El Castellón, un obús

Hay equipos que tienen que pegarse un montón de trastazos para reaccionar. El Castellón, después del enésimo batacazo, recapacitó el pasado verano. Fichó al ex jugador valencianista Fernando Gómez como director deportivo y le encomendó la tarea de levantar un proyecto que entusiasmara a la gente, que no se derrumbara a las primeras de cambio como en los últimos años. Y, por lo que parece, el plan de Fernando, quien fuera un exquisito centrocampista, tiene futuro: el Castellón es el líder invicto del Grupo III de la Segunda División B, sólo ha recibido cinco goles, tres de ellos de penalti, y le saca nueve puntos al segundo clasificado, el filial del Barcelona.

Al Castellón le pasaba lo que a otros muchos clubes con solera venidos a menos. Finalizado el curso, cambiaba de entrenador y remozaba la plantilla con 12 o 13 fichajes, incluyendo la contratación de algún ilustre ya entrado en años como reclamo para el aficionado. El resultado era desesperanzador: al cuarto traspié, la hinchada le daba la espalda.

Fernando, en una decisión cargada de riesgo, como él mismo reconoce, fichó a un joven técnico sin apenas experiencia, José Luis Oltra, de 33 años, quien sólo había entrenado al Catarroja, de Regional Preferente. Éste, un ex futbolista que hizo su carrera en la Segunda División B, se ha convertido en una grata sorpresa. "Quizá mi secreto esté en que conozco muy bien la categoría", dice el preparador valenciano.

"Por aquí", cuenta Fernando, "han pasado todo tipo de preparadores con cierto prestigio: Carlos Simón, Quique Hernández, Juan Carlos Álvarez... Yo aposté por Oltra porque sé que tiene ganas de hacer cosas. Con unos cuantos retoques en la plantilla, está haciendo un trabajo excelente".

Hacía años que el estadio de Castalia no ofrecía un aspecto tan saludable: más de 8.000 espectadores asisten a los encuentros cuando hace unos meses apenas acudían 1.000. Después de muchos años, los aficionados han recobrado la ilusión. Hasta quienes daban al Castellón por irrecuperable después de ocho temporadas consecutivas en la Segunda B han vuelto a acudir al campo, convencidos por la marcha de su equipo.

Oltra explica la metamorfosis que ha sufrido el club de la manera siguiente: "En el grado de compromiso de los jugadores está todo". Él incluso es menor que alguno de los jugadores de la plantilla, como el goleador Salillas, de 37 años y ex del Zaragoza, el Celta y el Villarreal, entre otros. Otra de las causas que ha impulsado al equipo es el estupendo ambiente que reina en el vestuario. "Es difícil que un plantel en el que hay gente que no juega sea una piña, pero aquí los somos", concluye Oltra.