¿Quién quiere al Logroñés?

El Logroñés, en Segunda División B, atraviesa su peor momento como entidad. Después de tres años flirteando con la desaparición, el club riojano se encuentra ante una situación límite. Incluso barajó la posibilidad de jugar ayer en Tafalla (Navarra) con jugadores de un equipo de Regional. Finalmente, la plantilla desconvocó la huelga que mantenía desde hace tres semanas y jugó ayer en la localidad navarra, donde empató (2-2). La desconvocatoria se produjo a cambio de un documento del club en el que se reconoce la deuda contraída con la plantilla, amén del compromiso de que concederá a todos los jugadores la baja federativa.

El Logroñés lleva tres años en proceso de liquidación. Después de descender de Segunda a Tercera División por el impago a la plantilla en la temporada 1999-2000, la nave riojana logró el ascenso a Segunda B. Desde entonces han sido varios las personas que se han postulado como compradores de la entidad, aunque nunca se ha concretado la venta. Y también han sido varios los plantes de los jugadores por no cobrar en tiempo y forma. Desde el mes de febrero de 2002, el empresario madrileño Juan Hortelano gobierna, sin cargo oficial, el Logroñés.

Hortelano confió la plantilla a Ico Aguilar, ex jugador del Real Madrid, pero el técnico no tuvo suerte y fue destituido después de un irregular comienzo liguero. Mandiá -otro ex madridista- se hizo cargo de la plantilla y el equipo empezó a escalar posiciones hasta meterse entre los cuatro primeros puestos que dan acceso a la liguilla de ascenso. Sin embargo, mientras en lo deportivo las cosas rodaban a la perfección, en lo económico el club tocaba fondo. Los jugadores, técnicos y empleados cobraron su última nómina en agosto y, desde entonces, cumplen en su trabajo pero no ven dinero a fin de mes. Incluso Mandiá no se ha podido sentar en el banquillo en los diez encuentros que ha dirigido al Logroñés por no haber solucionado el club aún la deuda con Aguilar. Por todos estos motivos, la plantilla comenzó una huelga el pasado 22 de diciembre que concluyó con la incomparecencia del Logroñés en Binéfar.

Mientras, Julio Jiménez, liquidador de la entidad, trabajaba junto a Hortelano en la búsqueda de una solución económica. Luis Oliver, ex propietario del Xérez, apareció por Logroño con intenciones de comprar. Pero su paso fue fugaz. El siguiente salvador fue Janos Beke, un empresario que posee portales pornográficos en Internet, que se presentó el pasado viernes en la capital riojana para patrocinar al equipo con buxcador.com, publicidad que los jugadores se negaron a lucir en sus camisetas en Tafalla. Sin embargo, tampoco llegó con el dinero suficiente para pagar.

Los jugadores, asesorados por Gerardo González Movilla, secretario general de la AFE, mantuvieron su posición de seguir de huelga y no jugar más. Enrabietados, Hortelano y Jiménez anunciaron su intención de dar la baja a la primera plantilla para jugar en Tafalla con jugadores del equipo Fundación Logroñés, que milita en la Regional Preferente riojana. Ante esta disyuntiva, Mandiá presentó su dimisión, que le fue aceptada. Sin embargo, sus planes se vieron truncados al tener el Logroñés suspendidos los derechos federativos por las denuncias de anteriores jugadores que cobraron en junio con cheques sin fondos.

En la madrugada del sábado, Jiménez ofreció a los jugadores una solución: si jugaban en Tafalla, reconocía personalmente la deuda a cada jugador, con fecha 7 de enero, y les daba la carta de libertad, algo que aceptó el plantel. La plantilla en pleno llegó a un acuerdo verbal para esperar hasta el 14 de enero antes de fichar por otro equipo. Esta espera obedece a las negociaciones entre el Ayuntamiento de Logroño y el ex presidente del Zaragoza, José Ángel Zalba, que podría llegar a Logroño esta semana para hacerse cargo de la deuda. Hay que recordar que el ayuntamiento ha construido un campo con aforo para 16.000 personas, en el que sólo podá jugar el Recreación, equipo que en su día impulsó el Gobierno de La Rioja, para sustituir al Logroñés en caso de que la entidad, definitivamente, desapareciera.