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Columna
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Auto Bush

Queridos Reyes Magos:

Tengo nueve años y soy niño prodigio, pero quisiera ser un poco tonto, sólo un poco, porque me siento incómodo en el mundo y no acabo de entender este lío. Estoy mosqueado. A algunos les doy envidia; a otros, miedo; a unos cuantos, inquietud; a no pocos, risa. Me paso el día rodeado de enemigos. Sólo he recibido una tarjeta de felicitación en estas fiestas. El texto es temerario: "Feliz Navidad. Herodes". Les escribo a ustedes para comunicarles que no pienso ir esta tarde a la cabalgata. Tengo mis razones. Y no está el horno para bollos, dicho sea sin aludir a los polvorones, que me encantan.

Majestades, tengo miedo a Bush. Ese señor no me caía mal, en mi pueril y cándida ignorancia, pero ahora me cae como un tiro. Cuando consiguió por los pelos la presidencia de Estados Unidos, yo pensaba que habían elegido a alguien de la Empresa Municipal de Transportes, alguien relacionado con el auto-bush. Los niños somos así de incongruentes, qué les voy a contar a ustedes. Aquella noche soñé que el hombre más poderoso del planeta era un autobús de dos pisos, como los de Londres. Y me hizo gracia. Maldita la gracia. Si tuviera dinero, me compraría un perro para que le mordiera, pero como mis padres no disponen de posibles, estoy aprendiendo a ladrar.

Señores Reyes Magos, supongo que ustedes no son aliados de ese señor, ni siquiera del otro, al que mis compañeros de cole llaman Juselín, porque imaginan que es un torero tremendista. No hagan ustedes ni caso a nuestro presidente. ¿Se van percatando ustedes del poderío de mis enemigos? Ayer, en la siesta, soñé que un gorrión me decía que yo estaba loco, y debo de estarlo, porque los pájaros no saben hablar. Soy virgen, señores, lo juro por mis hijos.

Aprovecho la ocasión para pedirles solamente un regalo: algo que sirva para frenar la lengua, porque Dios nos ha dado dos oídos y una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos. Díganle a Bush que los libros no muerden, porque nadie se acerca a ellos. Y ya no necesito más, señores, porque a un servidor lo que le gusta es jugar con las palabras, y de ésas tengo unas cuantas.

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