El mayor nudo de transporte español estará en El Prat de Llobregat

El mayor nudo de interconexión ferroviaria y aeroportuaria en España estará en El Prat de Llobregat. Ni en Barajas, ni en Sants, ni siquiera en la gran estación ya proyectada de la Sagrera. En la nueva estación, que tiene luz verde después del acuerdo político alcanzado el pasado jueves en Madrid, confluirán el AVE, las líneas de Cercanías y Regionales de Renfe, el Euromed, dos líneas de metro y la lanzadera con el aeropuerto de Barcelona -que tardará cuatro minutos en cubrir el trayecto-, además de una terminal de autobuses.

Todo ello convertirá la estación de El Prat, en la práctica, en un nudo de transporte que superará la oferta que pueda suponer la estación de Sants, cuya conexión con el aeropuerto se limita a un servicio de Renfe muy espaciado.

La futura estación se configura como el polo de atracción del sur de Cataluña -incluso del arco mediterráneo-, mientras que la estación de la Sagrera será el del norte, pero con la carencia de la conexión directa y rápida con la instalación aeroportuaria. Al aeropuerto de Barajas llega una línea del metro madrileño, pero no lo hacen los trenes de Renfe, y el Ministerio de Fomento tiene ahora en estudio un proyecto para que el AVE de Barcelona pase también por Barajas.

Lo que todavía está por decidir es dónde se ubicará la estación. Aunque la defensa de construirla en el actual emplazamiento de la de Cercanías de Renfe, en pleno casco urbano, tiene dos poderosos defensores -el Gobierno catalán y el municipio-, no es la única ubicación que se baraja. El polígono Mas Blau, más cercano al aeropuerto, también se configura como alternativa. Mientras, el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Felip Puig, anunció ayer que la estación podría ser una realidad en 2005.

A la espera de lo que determine la comisión técnica, cuya primera reunión está prevista para el próximo viernes, tanto el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, como fuentes del Departamento de Política Territorial de la Generalitat se mostraban a favor de situar la futura gran estación en el actual emplazamiento de la de Renfe, en la calle de Enric Prat de la Riba, junto al Ayuntamiento.

El municipio esgrime en primera instancia razones de centralidad, ya que también quiere mejorar, de paso, el desarrollo urbanístico de la zona y se opone a que otra ubicación diferente pueda hipotecar el futuro crecimiento de la localidad. El alcalde de El Prat declinó facilitar más detalles a preguntas de este periódico, en espera de lo que determine la comisión técnica.

El Departamento de Política Territorial también está a favor de construir la nueva gran estación en el centro del casco urbano. "Pero hay que esperar a que los estudios técnicos determinen si eso es posible o no. Entre otras cuestiones, porque la nueva estación necesitará una gran reserva de espacio que igual no es factible en la de Cercanías de Renfe", señaló el departamento.

Cuatro minutos

Las mismas fuentes restaban importancia al hecho de que el tren lanzadera entre esa estación y las instalaciones aeroportuarias debería cubrir una distancia superior a dos kilómetros, que es la recomendada técnicamente.

Frente a esa opción, otro posible emplazamiento de la futura estación se sitúa en el polígono Mas Blau, donde, en principio, estaba proyectada una de las estaciones de metro de la línea 9. Desde ese punto la distancia que cubrirían los trenes lanzadera hasta el aeropuerto sería menor, aunque la estación estaría alejada del casco urbano.

Felip Puig se refirió ayer a que el tiempo del recorrido de los trenes lanzadera que unirían la nueva estación y el aeropuerto se establecería entre tres minutos y medio y cuatro y medio. En cuanto a la entrada en funcionamiento, Puig apuntó que la nueva estación podría estar terminada en 2005, pero no antes por imperativo de los plazos de construcción. En cualquier caso, el consejero insistió ayer en el mensaje de que las prisas son malas y se mostró partidario de que desde la estación de Sants se pueda facturar el equipaje de los viajeros que deban tomar algún vuelo en El Prat.

El consejero explicó que el Ministerio de Fomento tiene un proyecto, aunque a largo plazo, para mejorar la conexión de la estación de Sants con el aeropuerto no sólo en cuanto a la posibilidad de facturar, sino también para mejorar el actual servicio de tren, que tarda 25 minutos.

La determinación de dónde se emplazará la futura estación está teniendo algunos efectos colaterales en la licitación de los tramos de la línea 9 del metro. Ayer se licitó, por 358,82 millones de euros, parte del tramo comprendido entre el aeropuerto de Barcelona y el parque logístico de la Zona Franca. Ese tramo comprende las estaciones de Sant Cosme, Plaza Catalunya y Verge de Montserrat. Ahora sólo queda pendiente de licitación la obra del tramo comprendido entre el aeropuerto de El Prat y la estación de Mas Blau, a la espera del estudio de impacto ambiental y del diseño definitivo del trazado del AVE a su llegada al municipio de El Prat de Llobregat.

El acuerdo político alcanzado en Madrid no ha contentado a todas las fuerzas políticas. Por ejemplo, el presidente del grupo municipal de ERC-EV en el Ayuntamiento de Barcelona y quinto teniente de alcalde, Jordi Portabella, opina que se perderá competitividad por la ruptura de la unidad del viaje. Portabella ha declarado que el acuerdo no satisface las expectativas de su grupo porque no habrá un enlace directo entre el AVE y el aeropuerto.