El líder pierde su cerebro

El intratable líder de Primera División, la Real Sociedad, tendrá que aprender a vivir las próximas jornadas sin su cerebro, el futbolista que enciende la luz en Anoeta. Xabi Alonso estará de baja entre un mes y seis semanas por un esguince en el tobillo derecho, según la resonancia magnética que se le practicó ayer. Alonso sufrió una torcedura el pasado sábado, en el encuentro entre Euskadi y Macedonia cuando saltó a por un balón y en su descenso pisó la bota de un rival en lugar del césped. Las pruebas médicas mostraron también un "mínimo arrancamiento óseo", lo que agrava aún más la dolencia.

El técnico realista, el francés Denoueix, perderá por tanto a Alonso para los partidos de Liga ante el Málaga y el Celta en Anoeta, y contra en Valencia y el Atlético de Madrid fuera de casa. Y posiblemente también para el derby contra el Athletic de Bilbao, primer encuentro de la segunda vuelta de la Liga, que se juega a principios de febrero. Denoueix tendrá que cubrir la baja de Alonso con el concurso del turco Tayfun, pero las condiciones futbolísticas de Alonso le convierten en un jugador difícilmente sustituible, por lo que en Zubieta se ha extendido ya una sombra de preocupación por cómo puede afectar su baja a la marcha triunfal de la Real. El conjunto vasco es líder del torneo y se mantiene invicto en la Liga, con 10 victorias y cinco empates, marca que no ha conseguido ningún equipo en Francia, Alemania, Italia e Inglaterra.

Y ello con Alonso al timón de la nave, convertido en el faro por el que pasan todos los balones. Alonso es un centrocampista sacrificado, poco propenso a cometer errores y con una visión de juego y una facilidad para mover el balón notables. A sus 21 años, la ascendencia en la Real del hijo de Periko Alonso, que no soñaba con llegar al primer equipo, se ha disparado. Debutó el 1 de diciembre de 1999 contra el Logroñés en Copa, y esa temporada jugó ya 14 partidos. En la siguiente, cedido en el Éibar, 18; y la pasada participó en 29 encuentros, todos como titular, en los que además marcó sus tres primeros goles. Este curso, Denoueix le ha colocado en el centro, le ha dado el balón y a su alrededor, como una peonza, ha hecho girar al equipo. Pese a todo, Alonso mantiene los pies en el suelo. "No soy un líder", se empeña en repetir, consciente de que hace sólo dos temporadas jugaba en Segunda y ahora es líder de Primera con su equipo. El cambio no ha alterado sus costumbres -continúa viviendo con sus padres, quiere acabar la carrera de Ciencias Empresariales y es aficionado a la pesca- ni su modestia. Se reconoce admirador de Koeman, pero se sonroja cuando se le compara con grandes centrocampistas como Guardiola o Redondo. Pese a su gran clase, Alonso es, curiosamente, el jugador que más tarjetas amarillas ha visto en la Real, seis.

Las bajas, además, se acumulan para el líder, que el próximo domingo recibe al Málaga. A la baja de Alonso se une la del goleador Kovacevic, sancionado, mientras que De Pedro es duda por una rotura fibrilar. El líder será puesto a prueba. Y sin su cerebro.