Amancio Prada revisa el 'Cántico espiritual' a los 25 años de su estreno

El cantante y compositor Amancio Prada ha regresado a la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros para ofrecer una nueva adaptación del Cántico espiritual, ahora acompañado de la Escolanía de Segovia, cuando se cumplen los 25 años del estreno de su primera versión sobre esta obra de san Juan de la Cruz bajo el mismo ábside central del templo románico segoviano, ahora sede del Museo Zuloaga.

Con un público incondicional, el sábado por la noche, el cantautor berciano presentó un nuevo tema, basado en un texto de Agustín García Calvo, también con el coro de niños, dirigido por María Luisa Martín, prometiendo volver a interpretarlo en otros cinco lustros.

Este nuevo trabajo sobre el Cántico, que forma parte de su último disco, Canciones del alma, junto a otros textos del poeta místico -La noche, La fuente, La llama y Vivo sin vivir en mí-, tiene una característica y es que, a juicio de Amancio Prada, con la incorporación del coro de voces blancas, de chavales de entre siete y 13 años, "respira mejor, mucho mejor, pues una obra musical no es como una pintura o una escultura, sino que permite que se vaya recreando cada vez que la interpretas, se va perfeccionando; y seguiremos en ello".

Junto a su guitarra, en la parte instrumental se acompaña por los violonchelos de Mariana Cores e Hilary Fielding. El villancico Del verbo divino, también del poeta de Fontiveros, envolvió la noche de emoción e hizo cantar a los asistentes, que abarrotaron la antigua iglesia, donde se habían acabado las localidades desde días atrás.

Plegaria y canción

Para el cantautor berciano, quien sostiene que "toda la obra de san Juan de la Cruz es como mi música, mitad plegaria mitad canción", el concierto en la capital segoviana ha sido un motivo de celebración por el hecho de que un trabajo, el más clásico de su repertorio, "haya mantenido la frescura original en estos tiempos que corren, donde todo es tan efímero".

Asimismo, lo interpretó como un "agradecimiento" al escenario de una ciudad, Segovia, donde vivió cinco años, tras su regreso de París, en 1975, que definió como "una etapa aparentemente contemplativa, pero de mucha producción musical", pues, además del Cántico espiritual, compuso Caravel de Caraveles, Le-lia Doura y Canciones de amor y celda.

El recital, organizado por la Fundación Don Juan de Borbón, que también promociona la escolanía, ha sido para Prada el encuentro con un escenario "paradigma del espacio más adecuado para interpretar el Cántico, pues soy un enamorado del románico". Tuvo palabras para amigos fallecidos que estuvieron en el estreno del Sábado de Gloria de 1977, como la escritora Carmen Martín Gaite, el periodista Ricardo Cid Cañaveral, el pintor José Manuel Contreras, Peli, y el folclorista Agapito Marazuela.