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Reportaje:ESPECIAL INVIERNO

Seguridad para viajar en invierno

Marcos Baeza

Prevenir es siempre la mejor receta para afrontar los desplazamientos invernales sin contratiempos. Tener el coche a punto, llevar las cadenas y otros útiles necesarios y saber anticiparse y reaccionar ante los imprevistos en la conducción y los cambios del tiempo son las reglas de oro que permiten evitar las sorpresas y disfrutar del trayecto.

La Dirección General de Tráfico ofrece, tanto en su teléfono de información (900 123 505) como en su página web (www.dgt.es), datos actualizados acerca del estado de la red vial y las previsiones meteorológicas. Pero la prevención abarca también la actitud del conductor. Y contar con ropa de abrigo, cerciorarse de que la rueda de repuesto esté en buen estado e intentar mantener el depósito lleno son precauciones básicas.

Ofrecemos un informe con tres áreas fundamentales y trucos para evitar patinazos.

El coche a punto

Elementos a revisar:

Neumáticos. Comprobar presiones y estado del dibujo. Cambiar las ruedas si el lateral de la banda está liso o los canales tienen poca profundidad (la mínima legal es de 1,6 milímetros).

Batería. Nivel del líquido. Rellenar con agua destilada si está bajo.

Limpiaparabrisas. Las escobillas no deben dejar zonas del cristal sin limpiar. Y conviene añadir alcohol al depósito de agua para evitar congelaciones.

Refrigerante. Comprobar el nivel. Reponer si es preciso, pero sin sobrepasar la indicación del máximo.

Calefacción. Si sale poco aire caliente, falta refrigerante y es probable que el circuito tenga una fuga.

Luces. Todas las bombillas en orden (cortas, largas, intermitentes...). Y los faros delanteros bien regulados para no deslumbrar a los que vienen de frente.

Actitudes al volante

Normas básicas para mejorar la seguridad:

Prevención. Conducir con suavidad sin hacer giros, frenadas, aceleraciones o retenciones bruscos. Evitar afrontar las curvas a velocidades excesivas y adelantar sólo en rectas con mucha visibilidad.

Cadenas. No hay que esperar al primer patinazo para montarlas porque puede ser demasiado tarde. Hay que colocarlas en el arcén y sobre las ruedas motrices -las que transmiten la potencia al suelo-, y una vez montadas, mantener una velocidad moderada, de 30 a 60 kilómetros por hora según modelos.

En caso de avería. Pedir auxilio y permanecer dentro del coche hasta que llegue la asistencia. Encender el motor a ratos para aprovechar la calefacción y ahorrar combustible.

Hielo y charcos. Circular sobre las placas de hielo o los charcos sin mover el volante ni acelerar. Las zonas más propensas son las sombrías, las arboledas y cualquier carretera de montaña o con nieve en la cuneta.

Lo que hay que llevar

Utensilios y accesorios prácticos:

Cadenas. La solución que asegura por completo la movilidad con nieve (frente a opciones parciales como la tracción 4×4 y los sprays).

Teléfono móvil. Para pedir ayuda de forma rápida y sencilla. La sección de trucos de la web www.gsmjoint.com ofrece códigos que se marcan como un número y amplían la cobertura.

Cables de batería. Se conectan a la batería de otro coche y permiten arrancar el que falla.

Guantes, linterna y cartones. Tres útiles que facilitan las operaciones sobre el vehículo (montaje de cadenas, revisión de bajos...). Los cartones -una caja de embalaje despiezada, por ejemplo- permiten sentarse en el suelo sin mojarse ni manchar la ropa. Además hay que llevar pilas de repuesto para la linterna.

Bote pulverizador. Muy útil para llenarlo de agua caliente y quitar con facilidad la capa de nieve o hielo del cristal tras una nevada o helada.

Trucos socorridos

Consejos para salir de los apuros:

Tramos nevados. Si el coche avanza con dificultad, circular por las zonas poco profundas de nieve sin pisar. Desinflar ligeramente las ruedas puede mejorar también la tracción. Y desconectar el control de tracción (si el coche lo lleva) aporta recursos extra.

Ascenso de rampas deslizantes. En automóviles de tracción delantera -la mayoría- se puede intentar subir marcha atrás: el peso recaerá en las ruedas delanteras aumentando la adherencia.

Descenso de rampas deslizantes. Mantener el coche por las zonas de nieve sin pisar. Si se embala, hay que frenar con la máxima suavidad y retenerlo sobre todo con el cambio: meter segunda y primera.

Aparcar de noche. Si la temperatura baja de cero grados y el coche va a estar aparcado toda la noche, conviene levantar los limpiaparabrisas, tapar las cerraduras con cinta aislante y no poner el freno de mano: introducir una marcha.

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Sobre la firma

Marcos Baeza
Redactor de Motor, especializado en producto y tecnología. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS, desde 1998, ligado siempre al automóvil. Sigue la actualidad del sector, prueba los nuevos modelos que llegan al mercado y analiza las tendencias y tecnologías asociadas, como la nueva movilidad eléctrica.

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