El crudo se dispara ante el temor de escasez en EE UU

Casi un mes de huelga general en Venezuela ha comenzado a secar los inventarios petroleros de EE UU. Las compañías, que han tirado de sus reservas para producir carburantes, no han podido reemplazarlas. Aunque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha comprometido a suplir las exportaciones venezolanas, aún no se ven los resultados de ese compromiso. Por ello, el temor a que halla escasez ha disparado el precio del crudo hasta rozar los 30 dólares.

El congresista de Luisiana Billy Tauzin ha sido de los primeros pero no el único entre los parlamentarios estadounidenses que en estos días han solicitado al Departamento de Energía que disponga de las Reservas Estratégicas para abastecer a las refinerías de la costa del golfo de México. Hay temor en EE UU a que halla escasez y la incertidumbre, que está presente en el mercado petrolero desde los primeros días de la huelga, ya se ha instalado en la Casa Blanca.

Ahora tanto Washington como la OPEP buscan el modo de garantizar el suministro desde Oriente Próximo, pero se ha tardado mucho en calibrar la gravedad de la situación en Venezuela y es por ello que la falta de crudo ha pasado de ser preocupante para convertirse en un peligro inminente. No sólo hay poco crudo sino que, además, el precio está por las nubes. El barril de crudo brent de referencia para Europa roza los 30 dólares, su nivel más alto en más de 20 meses, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) casi alcanza los 32.

Venezuela es el quinto mayor exportador de crudo al mercado estadounidense y, mientras un petrolero que zarpa del Puerto La Cruz tarda siete días en alcanzar las refinerías de Tejas o Luisiana, uno que sale de Oriente Próximo no llega a su destino en menos de un mes. Como cuando comenzó la huelga en Venezuela nadie imaginaba que la situación iba a paralizar casi por completo la industria petrolera del país suramericano, las compras de crudo en otros mercados se han hecho en las últimas dos semanas y la carga tardará por lo menos otros 15 días en llegar a las refinerías estadounidenses.

Falta de previsión

El resultado de esa falta de previsión ha provocado que las existencias cayeran un 1,1% en la primera quincena de diciembre y se espera que esa reducción sea mucho mayor para finales de este mes. Añadido a esto, la demanda de productos derivados del crudo en EE UU se ha incrementando en las últimas semanas. Por un lado, ha habido una mayor demanda de gasolinas y, por otro, más necesidad de gasóleo de calefacción para los hogares. Venezuela no sólo exporta el 13% de todo el crudo que compra EE UU en el extranjero, sino que también suministra el 9% de la gasolina que el gigante norteamericano consume.

La situación se ha visto agravada, además, por las dudas de que la OPEP sea capaz de suplir la escasez de crudo que se ha producido a raíz de la huelga general que vive uno de sus miembros más destacados. Hay que recordar que la producción de crudo venezolana, que normalmente alcanza los 2,4 millones de barriles diarios, se ha reducido en casi un 90%. Aún cuando Arabia Saudí ha reiterado en más de una ocasión que suplirá las exportaciones venezolanas, el mercado aún no ha visto ese crudo, según fuentes del sector.

Arabia Saudí es el único exportador que puede reemplazar a Venezuela en poco tiempo y evitar que halla escasez en el mercado estadounidense porque tiene capacidad de producción sobrante para hacerlo y porque no le supone un gran coste extra extraer más. Sin embargo, hay muchos analistas que creen que aunque las autoridades saudíes dicen que están más que dispuestos a extraer más crudo, la puesta en marcha de la medida se retrasa porque no es un secreto para nadie que a las economías de la OPEP no le viene mal cerrar el año con un barril a casi 30 dólares y porque temen que en el momento en que halla un desenlace en la crisis venezolana halla demasiado crudo en el mercado y los precios se desplomen.