María Jesús Botella se hace con el control del PP de Córdoba tras la destitución de Enrique Bellido
El 80% de compromisarios apoyó a la nueva presidenta, mientras un 18% votó en blanco
La portavoz del Partido Popular (PP) en la Diputación de Córdoba, María Jesús Botella, cuñada del presidente del Gobierno, José María Aznar, fue elegida ayer presidenta del partido en la provincia en un congreso extraordinario convocado siete meses después de que la dirección regional destituyera al comité ejecutivo y a la junta directiva que presidía el senador Enrique Bellido, expulsado del partido junto con otros dirigentes. La nueva presidenta consiguió el respaldo de 260 de los 323 compromisarios (80,4%), mientras que 59 delegados (18,2%) votaron en blanco.
Para este congreso extraordinatio estaban convocados 420 compromisarios, aunque 97 de ellos no acudieron a la cita. Cuatro votos fueron contabilizados como nulos.
De esta forma, el PP de Córdoba cierra la crisis en la que ha estado inmersa desde el 13 de mayo de este año, fecha en la que la dirección andaluza del partido destituyó al presidente provincial cordobés, Enrique Bellido, después de que 42 cargos públicos suscribieran un manifiesto en el que se mostraban en desacuerdo con su trabajo al frente del partido y con una serie de artículos de prensa que suscribió en los que cuestionaban el liderazgo de José María Aznar y la política que el PP ha llevado a cabo en el País Vasco.
Sin embargo, lo que realmente motivó el escrito crítico fue un acuerdo de mínimos que Bellido dirigió al secretario general del PP, Javier Arenas, y al candidato a la alcaldía de Córdoba, Rafael Merino, en el que planteaba una serie de asuntos de cara a las elecciones generales. En ese documento, Bellido hacía referencia a que la dirección del PP cordobés incluiría en la lista electoral al segundo, cuarto, sexto, octavo y décimo candidato, mientras que dejaba a Merino la inclusión de los puestos impares. Además, adelantaba que a partir de los comicios locales de mayo de 2003 suprimiría unos sobresueldos que concejales y diputados provinciales del PP de Córdoba cobran del partido, además de sus retribuciones como cargo públicos.
Desde la destitución de Bellido y de sus órganos directivos, el PP de Córdoba ha estado dirigido por una comisión gestora que ha encabezado el concejal Luis Martín, que partir de ahora desempeñará las funciones de vicesecretario de Electoral, Estudios y Programas en la nueva dirección, en la que Botella ha suprimido las vicepresidencias.
De los trece concejales que tiene el PP en el Ayuntamiento de Córdoba -otro, José Ángel Palomares, pasó al grupo mixto tras ser destituido también como secretario general del PP cordobés en el equipo de Bellido-, sólo dos han quedado fuera de la ejecutiva. Una de ellas, María Antonia Cuadrado, suegra del ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, no ha aceptado el cargo que Botella tenía previsto encomendarle en la dirección provincial. Ambas rehusaron ayer comentar el asunto y a desvelar qué cargo se le había ofrecido a Cuadrado.
El otro edil que se queda fuera de la dirección es es Rafael Rivas, que mostró su desacuerdo a que Botella fuese la candidata a presidir el partido en Córdoba.
Botella presentó su candidatura haciendo la advertencia de que no es "la persona más brillante ni la más preparada, pero sí la que más dedicación va a poner" en el trabajo del partido. En un discurso sin apenas profundidad política, la presidenta señaló que los retos que se propone durante su mandato son mejorar la comunicación interna, estar más cerca de los afiliados y de los pueblos y conseguir que el partido se abra más a la sociedad.
Alcaldías
Entre sus metas se propone recuperar las alcaldías de Córdoba y de las localidades de Lucena, Villanueva del Duque y San Sebastián de los Ballesteros, que anteriormente estuvieron en poder del PP.
Al acto de clausura del congreso asistieron la presidenta del PP de Andalucía, Teófila Martínez, y los secretarios generales nacional y regional de partido, Javier Arenas y Antonio Sanz, respectivamente. Todos ellos hicieron referencia a que el PP cordobés inicia una nueva etapa, tras reconocer los difíciles momentos por los que ha pasado la formación política en Córdoba.
Por su arte, Teófila Martínez indicó que el partido "no debe consentir que nadie vuelva a provocar la desunión" en el PP de Córdoba y para ello recomendó "huir de los visionarios y de los salvadores de la Patria", en clara referencia a la anterior dirección.
"Hay que ganar las municipales, si puede ser"
No debe tener muy claro el secretario general del PP, Javier Arenas, que su partido vuelva a ganar las elecciones municipales en Córdoba como ya lo hizo en las convocatorias de 1995 y 1999. Al menos así lo dio a entender ayer cuando en su discurso de clausura del congreso provincial pidió un esfuerzo para ganar las elecciones "si puede ser, si puede ser", repitió. Para el secretario general, la batalla que tiene ahora María Jesús Botella y el candidato a la alcaldía, Rafael Merino, es recuperar el poder municipal, porque, en su opinión, "los cordobeses viven peor desde que el PP no gobierna en la ciudad" tras el pacto que suscribieron IU y PSOE para hacerse con el Ayuntamiento tras las elecciones municipales de 1999.A juicio de Arenas, el PP cordobés sale fortalecido de este congreso, aunque la quinta parte de los delegados votaran en blanco la opción de María Jesús Botella. A estos compromisarios, Arenas les pidió que colaboren con el proyecto de la nueva presidenta. El dirigente de PP advirtió a los militantes del daño que se le hace al partido trasladando a la opinión pública sus debates internos y aseguró que en esta formación "no sobra absolutamente nadie, salvo aquél que tenga un altísimo concepto de su persona y se considere por encima del proyecto colectivo del PP".Botella, por otra parte, se plantea como meta conseguir la unidad y la cohesión en el partido. Como secretario general del PP cordobés nombró al concejal del Ayuntamiento de Córdoba José Antonio Nieto, persona próxima políticamente al eurodiputado Juan Ojeda.
