"Es difícil que este equipo se consolide definitivamente"

En su sexto año al frente del Alavés, José Manuel Esnal, Mané (Balmaseda, Vizcaya, 1950), es el entrenador más asentado del fútbol español. Acostumbrado al éxito, este año le está tocando digerir el lado oscuro de la clasificación.

Pregunta. El Alavés ha estado otros años en primera línea, pero en éste se ha quedado atrás.

Respuesta. La realidad es que estamos manteniendo unos pasos que se corresponden con lo que es el Alavés. Hemos tenido falta de acoplamiento en los componentes nuevos de la plantilla. Ahora intentamos consolidar los aspectos fundamentales: prepararnos físicamente, el trabajo defensivo de todo el equipo y encontrarnos más cómodos para buscar ese juego que a todos nos gusta, de estar comunicado con el balón. Esto sólo se puede conseguir cuando estás cómodo en la clasificación. Difícilmente se verá a un equipo de las últimas plazas jugando de esa manera.

"Sería estupendo que me llamasen el Alex Ferguson del fútbol español por los años en el puesto"

P. En verano, parecía que el Alavés se había reforzado en defensa: Dutruel, Abelardo y Edu Alonso. Y resulta que, durante un tiempo, ha sido el equipo más goleado.

R. Un hombre no hace un equipo, ni una línea, ni una forma de defender. No puede garantizar que su actuación sea definitiva para el equipo.

P. ¿El Alavés tiene la misma calidad de años anteriores?

R. Parecida. Hace unos años tuvimos casi un pichichi y un jugador como Contra, supercotizado. En estos momentos, es un equipo en la línea de otros años, en coherencia con lo que se le puede pedir al Alavés.

P. En el Alavés ha habido un sueño, la final de la UEFA, y ahora una realidad, más cotidiana. ¿Quiere eso decir que el equipo se ha consolidado?

R. No. Es difícil que el Alavés tenga una consolidación definitiva porque depende del mercado y de que acierte permanentemente.

P. Pero este año ha introducido una novedad. Ha apartado del equipo titular a jugadores antes fundamentales.

R. Cuando hay competencia siempre es mejor. Puedes dar descanso a alguien o llamarle la atención no jugando de inicio y posiblemente esa reflexión le haga pensar que ese puesto es volátil y se puede quedar sin él. Cuando no hay competencia, no se puede hacer y hay que mirar lo mejor para el equipo, aunque no se estimule la mejora, sino que se acomode.

P. Los futbolistas dicen que el público se cansa de ellos, a veces los futbolistas se cansan del entrenador, y ¿el entrenador se puede cansar de los futbolistas?

R. No. Depende de para qué te contraten. Aquí se trata de tener una línea de continuidad, porque deshacer el vestuario implicaría una inversión muy grande.

P. Pero la rutina puede matar la cohesión de un equipo. ¿Cómo se puede matar la rutina?

R. En el fútbol la rutina no existe. La afición y los medios de comunicación están siempre vigilantes.

P. ¿Es más difícil dirigir al equipo o a la afición?

R. Yo no estoy licenciado en conducir a la afición. Sí es cierto que a veces quieres enviar mensajes comprensibles y es difícil comunicarlo. Eso les pasa a todos.

P. A veces parece que se trae a un técnico extranjero como si tuviera un conocimiento mayor.

R. No lo he entendido nunca. Creo que la clave era traer a alguien que no conozca a nadie para que rompa vicios adquiridos dentro, y luego ya resolveremos los destrozos que se hayan hecho. Y eso ha ocurrido, que luego llegas para resolverlo multiplicado por tres.

P. ¿A qué aspira Mané?

R. A ser un profesional, que el año que viene tenga trabajo y esté capacitado para él. Pero no tengo ambiciones. No me marco metas a largo plazo. Las ambiciones en este trabajo se cortan rápidamente.

P. ¿Le gustaría que le llamaran el Alex Ferguson del fútbol español, por la duración en el cargo?

R. Sería estupendo. Como tampoco me importaría ir a Inglaterra, a Italia...

P. ¿Moldean los entrenadores la personalidad de los equipos?

R. No. En el Alavés hemos tratado de hacer un trabajo como todo equipo pequeño cuando no tenemos la pelota, que se sea un equipo cabrón para todos. Y a veces lo hacemos mal, se nos olvida.

P. ¿Cuanto más se habla de fútbol más se complica?

R. Sí. Lo bonito es jugar. A los entrenadores se nos tacha de complicados. A veces se nos pide que pongamos nuestro sello, pero el sello es de los futbolistas.