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Evangelista: "Lo que dije en televisión era cosa de los guionistas"

El testigo reitera que Casals y Bassa le propusieron un secuestro en Olot

Francisco Evangelista, el principal testigo de cargo contra Joan Casals y Xavier Bassa en el secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu, asegura que dice la verdad ante los tribunales, aunque miente descaradamente en los programas de televisión. Evangelista reiteró ayer en la Audiencia de Girona que dijo verdad cuando acusó a sus dos ex socios de proponerle el secuestro de una adinerada farmacéutica de Olot, pero admitió que cuando, años más tarde, dijo en el programa de Antena 3 La sonrisa del pelícano que se trataba de un "autosecuestro", se limitaba a leer guiones elabarados por la televisión. Las defensas de los dos acusados y el abogado de Feliu hicieron mella en la escasa credibilidad del testimonio.

"¿A quién hay que matar?", preguntó Evangelista cuando Casals y Bassa le ofrecieron ganar 100 millones. Evangelista precisó en su declaración que la propuesta del secuestro no le fue hecha en "una noche de copas" como declararon Casals y Bassa, sino "en una sobremesa y con un cortado". El confidente policial añadió que ninguno de los contertulios estaba borracho y que, aunque fue Casals quien habló, "antes pidió el beneplácito de Bassa". Evangelista asegura que "inmediatamente" dijo que no cuando supo de qué iba el asunto.

A pesar de todo, poco tiempo después de negarse a participar en el secuestro, Evangelista se convirtió en socio de Casals y Bassa en un ruinoso negocio de telefonía que no duraría más de seis meses.

El declarante sostiene que cuando comunicó sus sospechas a la familia nunca les dijo que Feliu podía estar muerta. El hermano de Feliu y el letrado portavoz de la familia durante el secuestro, Joan Capdevila, aseguraron ante el tribunal que sí lo hizo.

Cuando las sospechas de Evangelista llegaron a la Guardia Civil, los investigadores, junto con el delator, trazaron un plan para desenmascarar a Casals y Bassa. Los dos intentos de grabar conversaciones inculpatorias se saldaron con un fracaso. A preguntas del fiscal, Evangelista aseguró que no boicoteó los aparatos que le suministró la Guardia Civil.

Evangelista se refirió a otra posible pista contra Casals. Una amiga del grupo, Maria Puche, aseguró que la esposa de Casals, María Ángeles Mariño, le había hablado de una libreta con un plan de secuestro con fechas y datos.

Al comprobar que el secuestro en el que supuestamente le propusieron colaborar se había hecho realidad, Evangelista guardó silencio. Esperó un año, según afirmó ayer, en delatar a Casals y Bassa, porque, dijo, no creía que fueran ellos y porque "no quería tomar una decisión precipitada". Después de denunciarlos, añadió, se quedó "con la conciencia tranquila".

La acusación particular que ejerce Feliu menoscabó la credibilidad de Evangelista recordándole sus intervenciones en el programa de Antena 3 La sonrisa del pelícano. El letrado de Feliu, Carles Monguilod, le recordó que allí manifestó que se trataba de un "autosecuestro" y se "mofó" de la farmacéutica. Evangelista reconoció que mentía en esas programas, en los que se limitaba a leer los guiones que le daban los responsables, y admitió que se equivocó acudiendo a ellos. Dijo que allí fue "manipulado" y "coaccionado". "Era un circo", añadió.

Sarcasmo

El letrado le preguntó si reconocía haber dicho que Feliu "debería haber estudiado arte dramático" por la forma como simuló su secuestro. "Recuerdo esa frase, pero no era mía", dijo Evangelista. El delator también explicó en ese programa que las graves secuelas de Feliu se debían en realidad a una artrosis anterior al secuestro. En el colmo del sarcasmo, cuando uno de los expansivos contertulios del programa insinuó que Evangelista había entablado relaciones sexuales con Feliu, éste contestó: "No voy a tener tan mal gusto".

Feliu ha denunciado a Evangelista por esas intervenciones televisivas. El juicio se celebrará el 28 de enero. A pesar de que Evangelista ratificó recientemente ante un juez la veracidad de todo lo declarado en esos programas, ayer reconoció que lo hizo "mal asesorado" por su abogado.

Francisco Evangelista, embozado, ayer a la entrada en la Audiencia de Girona.
Francisco Evangelista, embozado, ayer a la entrada en la Audiencia de Girona.PERE DURAN

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