El Tribunal Superior vasco cita a declarar a Salaberria y Otegi
Los jueces investigan a los dos parlamentarios por apología del terrorismo en un homenaje
Los parlamentarios de Sozialista Abertzaleak (antigua Batasuna) Arnaldo Otegi y Jon Salaberria han sido citados hoy por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en relación con la querella presentada contra ellos por la fiscalía por "enaltecimiento de acciones terroristas" en el homenaje a Olaia Castresana, etarra fallecida al explotarle una bomba que manipulaba en julio de 2001 en un apartamento de Torrevieja (Alicante).
El auto del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se produjo después del recurso de apelación de la fiscalía, al ser desestimada la querella en dos ocasiones previas por el alto tribunal. Los hechos que motivaron la querella ocurrieron el 30 de agosto de 2001 durante el entierro en el cementerio donostiarra de Polloe de la miembro de ETA Olaia Castresana, muerta en Alicante al estallar una bomba que manipulaba. En aquel acto Otegi intervino como orador, mientras que Jon Salaberria fue uno de los portadores del féretro de Castresana.
En la querella, el fiscal señala que durante los actos celebrados a las puertas del cementerio donostiarra de Polloe Otegi "agradeció la labor de todos los gudaris (soldados) que han caído en esta larga lucha por la autodeterminación" y que "ensalzó a los gudaris de ETA que se van en la dignidad silenciosa".
La querella fue desestimada en dos ocasiones anteriores por una magistrada de la Sala Civil y Penal del citado tribunal, aduciendo que la conducta de asistir al entierro de una persona y portar su féretro "no integra la acción de enaltecer o justificar delito alguno". La magistrada recordaba que el artículo 578 del Código Penal exige el "enaltecimiento o la justificación de concretos actos delictivos", algo que, a su juicio, no concurría en aquellas declaraciones de Otegi.
La fiscalía vasca, a instancias de la Fiscalía General del Estado, recurrió los autos desestimatorios de marzo y abril. La resolución, dictada el 2 de julio por el presidente del Tribunal Superior vasco, Manuel María Zorrilla, recoge que Otegi "recabó un aplauso para los gudaris de ETA caídos en la lucha por la causa de la izquierda abertzale y elogió la dignidad de la homenajeada". A su juicio, "tales manifestaciones de encomio constituyen expresiones de enaltecimiento".
Zorrilla considera q
ue Salaberria, al portar el féretro, también incurrió en ese supuesto. Batasuna relacionó la decisión con el "criterio de necesariedad para poder seguir adelante en el proceso de ilegalización a Batasuna", según la abogada y parlamentaria vasca de Sozialista Abertzaleak Jone Goirizelaia.
Otegi asumió entonces con tranquilidad la querella, que calificó de "nuevo intento de criminalizar" Batasuna. "Lo único que hemos hecho ha sido manifestar respeto y reconocimiento a las gentes que son capaces de entregar la vida por la autodeterminación", declaró.
