La ley de las cinco estrellas
El Calderón logra la máxima categoría UEFA, denegada al Bernabéu por la distancia del palco a los vestuarios y la ausencia de una gran zona de esparcimiento para los VIP
El Santiago Bernabéu, será lo que sea, será uno de los estadios míticos del fútbol mundial, una de las referencias de la Copa de Europa, uno de los estadios más grandes de España, pero no es el mejor. Sólo tres estadios españoles tienen las cinco estrellas de la UEFA. Sólo en Montjuïc, el Camp Nou y, desde ayer, el Vicente Calderón, se puede organizar una final de la Liga de Campeones, acontecimiento que el Atlético ha solicitado para 2004 ó 2005. El Real Madrid, el equipo de las nueve Copas de Europa, no puede aspirar a ello hasta por lo menos el 2006, mal que le pese a su presidente, Florentino Pérez, que no ha podido redondear a la perfección los fastos del centenario. "Pero no por el césped o la seguridad", dice el presidente. "Y todo porque las zonas de palcos no cumplen los requisitos de la UEFA". El Bernabéu no está tampoco en el segundo escalón, el de las cuatro estrellas (sólo Anoeta y la Cartuja de Sevilla).
La cosa no puede quedar así. Florentino Pérez ya ha puesto en marcha la transformación del viejo coliseo de la Castellana. "Pasa, pasa, y siéntate aquí", le dice el presidente del Madrid, todo sonrisas y amabilidad, al periodista. "A que se ve el fútbol mejor que en ninguna parte". Y el periodista, que ha accedido a la zona en un ascensor panorámico y veloz atendido por agradables azafatas, se sienta en una acogedora butaca en la primera fila de un palco cerrado y grande, junto a un cristal blindado y tiene el Bernabéu a sus pies. A su espalda, lo que más quiere la UEFA, espacio para no agobiarse. Zona de restaurantes y barras de bar. Zona de recreo y televisores. "La UEFA quiere espacio detrás de los palcos, accesos dignos, y en la zona de la tribuna actual [el lateral oeste, el de la Castellana] no hay más sitio, así que nos tendremos que traer a este lateral también el palco presidencial. Y para que no nos dé el sol de frente, pondremos una lona en la zona para los partidos de las cinco".
Así, por fin, el presidente y los VIPS verán el partido justo encima de los vestuarios del equipo, se ahorrarán rodear el estadio después de los encuentros, otro de las exigencias de la UEFA.
En ciertos negocios, en ciertos ambientes, cuando se habla de dinero todavía se habla en pesetas, todavía se habla de miles de millones, que el euro no cuadra en el estilo. También Florentino Pérez, constructor de éxito, se maneja en esas magnitudes. "Pero este palco que disfrutáis ahora no es para los de la UEFA", advierte. "Éste ya está vendido a algunas empresas. Millón y medio [de pesetas] cuesta el asiento al año. Por ese dinero se pueden ver todos los partidos y el catering va incluido. Los hemos vendido todos y ya hay lista de espera".
Los nuevos palcos, que se suman a los existentes en los fondos, son una decisión comercial también. "Nuestro objetivo es ingresar por venta de localidades unos 11.000 millones [de pesetas] la próxima temporada".
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