El predidente de FACU cree que la LOU "Debe evolucionar"
El presidente de la Federación de Asociaciones de Catedráticos de Universidad (FACU), Luis Ortiz Berrocal, ha mostrado su desengaño ante la LOU, una ley que si bien apoyaron al principio, no ha sido fiel a lo que de ella esperaban. De esta manera, desde FACU se aboga por la evolución de una ley llena de «cosas sin acabar, confusas», y que previsiblemente podría traer consigo resultados negativos.
La Ley Orgánica de Universidades (LOU) «tiene que evolucionar». De esta manera expresaba el presidente de la Federación de Asociaciones de Catedráticos de Universidad (FACU), Luis Ortiz Berrocal, su decepción ante una ley que, si bien defendieron públicamente en un primer momento, no ha respondido a sus expectativas, ya que pensaban que «se iban a mandar enmiendas vía Senado que no se han remitido».
Y es que desde la FACU se denuncia que la LOU «llega tarde» y cargada de «cosas sin acabar, confusas»: ausencia de una ley de financiación, descuido del tercer ciclo (Doctorado), falta de jerarquía... son algunas de las carencias de las que adolece una ley que, a juicio de Luis Ortiz, si bien «ha mejorado algunos asuntos» con respecto a la Ley Orgánica de Reforma Universitaria (LRU), también ha empeorado en otros, como en el incremento de una «burocratización perniciosa para la Universidad».
Ortiz Berrocal, quien vaticinó resultados negativos para la LOU, calificó la Ley de «patología que la sociedad debe curar» antes de que conduzca a «problemas irreparables», aunque aseguró que no pierde la esperanza en que «la Universidad, al igual que la sociedad, mejore».
Agencias Evaluadoras
La Agencia Nacional de Calidad y Evaluación es un órgano estatal creado por la LOU con la finalidad de medir el rendimiento de las universidades, y ante el cual cada uno de los centros debe presentar obligatoriamente, mediante una encuesta, los datos necesarios para la elaboración de un ranking, pero: «¿Qué evaluará la Agencia? Que no se gaste dinero». Con esta apreciación mostraba su preocupación, que es la de la FACU, por el hecho de que, con este órgano, se primen los criterios económicos y se ignoren otros inherentes a la Universidad, tales como «los morales, los culturales...».
En un principio «teníamos grandes expectativas y nos produjo una gran alegría la creación de esta Agencia» -aseguró el presidente de la FACU- pero «los primeros pasos dados al respecto han sido como un jarro de agua fría para nosotros, pues dan muestras de una gran falta de independencia», rasgo que a juicio de Ortiz, es fundamental para que el órgano «goce de credibilidad». Además, cree que «las encuestas son horribles».
A esto se suman las dudas que despierta la posible falta de coordinación entre esta Agencia Nacional y las Agencias Autonómicas, de naturaleza y funciones similares.
Ante este panorama, la FACU ha decidido crear un foro de reflexión y de debate sobre Universidad para un futuro cercano: «será una especie de Club Siglo XXI», aseguró Ortiz.
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