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Entrevista:LUIS MOYA | Ex copiloto de Carlos Sainz | La retirada de un secundario ilustre | AUTOMOVILISMO

"Reconozco que no es el final esperado"

Luis Moya (A Coruña, 1960) ha decidido abandonar, rompiendo la relación que le ha unido con Carlos Sainz en los últimos 15 años. Moya no ha aceptado la enorme bajada de sueldo que le solicitaba el dos veces campeón del mundo para seguir a su lado. "Demasiado riesgo para ese dinero". Así justifica Moya su retirada, sin emitir una sola palabra de reproche a quien hasta la pasada semana fue su inseparable jefe.

Pregunta. Hacía tiempo que no se producía un divorcio tan sonado.

Respuesta. ¿Verdad? Jamás recibí tantas llamadas en menos tiempo. Es un motivo de satisfacción ver cómo ha reaccionado la gente.

P. ¿Tan claro lo tenía como para tomar una decisión tan tajante y tan inesperada?

"Sin pagarme lo que creo merecer, mi mente no estaría despierta para leer las notas"
"Llamar pesetero a Carlos Sainz me parece una infamia y una falta de respeto"

R. Por supuesto. He tomado una decisión muy meditada. Como no soy nada alocado es muy difícil que me equivoque en algo así. Es más fácil cometer un error si se sale por la noche y se decide algo con una resaca monumental.

P. ¿Quién tiene la culpa de su retirada, Sainz o usted?

R. Carlos, no. ¿Por qué? Yo le entiendo a él y él me entiende a mí. La amistad sigue existiendo, aunque reconozco que no es el final esperado.

P. El dinero es capaz de acabar incluso con una relación que parecía eterna, como la de ustedes.

R. Como la de Ramón y Cajal, ¿eh? [Se ríe]. Se diga lo que se diga, el dinero no ha sido lo más importante. El riesgo hay que pagarlo. Si sólo fuera por dinero seguiría corriendo, porque lo que ganaría si sigo en activo no lo gano trabajando en cinco años.

P. Habla de riesgo. ¿Qué pasa, que en los últimos 15 años no ha corrido riesgos?

R. Sí, pero es distinto. Si no me pagan lo que creo merecer, estoy seguro de que mi mente no estaría suficientemente despierta como para leer las notas como hay que hacerlo. Y ahora se va a tales velocidades que un error puede provocar un accidente grave, que te deje paralítico e incluso que te mate. Últimamente he visitado hospitales más veces de las que hubiera querido.

P. Pero da la sensación de que Sainz podía haber hecho mucho más para que usted continuara.

R. Creo que lo ha intentado todo. Lo que ocurre es que las negociaciones han sido muy tardías. Y de un día para otro no se puede un equipo sacar un coche de la manga. Más que nada porque vale un millón de euros. Carlos ha tenido que rebajar sus emolumentos. A él tampoco le hace feliz la situación.

P. Cierto. Sin embargo hay una diferencia sustancial. El sueldo de Sainz rozaba los cuatro millones de euros anuales. El de usted, los 500.000 euros. No es lo mismo reducir a la mitad una u otra cifra.

R. Yo no hablo de cantidades y entiendo la postura de Carlos.

P. Si él se aprieta un poco más el cinturón...

R. Mire: ha habido quien ha llamado pesetero a Carlos. Y eso me parece una infamia y una falta de respeto. Nadie me va a sacar una palabra negativa sobre Carlos. Nadie. Nunca. Hemos estado 15 años juntos y eso es indestructible.

P. Pero no ha servido para alcanzar un acuerdo.

R. Cierto. Y puede ser que haya sido un malentendido mío, de Carlos o de Citroën.

P. ¿Es cierto que Sainz le ofreció cobrar en virtud de los objetivos conseguidos, dándole una especie de incentivos según los resultados?

R. En los últimos días hemos hablado de mil cosas, buscando mil maneras de solventar las diferencias.

P. Da la sensación de que existe el empeño de pintar la relación de ustedes como idílica, cuando lo cierto es que han tenido sus desavenencias.

R. Lógico. Cualquiera las tiene con su pareja. ¿O usted no? Somos suficientemente maduritos para saber solventar las diferencias. La buena relación es aquella en la que se superan los problemas. Si uno discute en casa con su pareja, pues se va al dormitorio, a la cocina o al cuarto de baño y se encierra allí. Si yo tengo diferencvias con Carlos no me voy a escapar del coche. Sería difícil haber aguantado 15 años si no nos hubiéramos llevado bien.

P. ¿Es verdad que en ocasiones Sainz viajaba a algún país donde tenían que correr en su avión privado y usted tenía que hacerlo en un vuelo regular?

R. Yo he viajado en el avión de Carlos muchas veces. Muchísimas.

P. Dice que no ha tenido ofertas de otros pilotos para seguir, pero lo cierto es que el finlandés Tommi Makinen se ha puesto en contacto con usted.

R. Pero eso fue hace tiempo. Me preguntó si había posibilidades de que me fuera con él. También Colin McRae, al que me une mucha amistad, me ha llamado. Pero yo siempre he corrido con Carlos y no me veo haciéndolo con otro piloto que no sea él.

P. Se muestra usted, además de fiel, muy diplomático.

R. Me muestro sincero. Yo no tengo más que palabras de agradecimiento para Carlos. Empezamos como compañeros y hemos acabado como amigos.

P. ¿No se plantea usted seguir unido al mundo de los coches? Jean Todt empezó como copiloto y ha acabado siendo el director deportivo de Ferrari.

R. Yo no me planteo nada. Llevo 15 años de estrés continuo y merezco un descanso. Puedo decir que a mis hijos nunca les faltará para comer o para ir a la Universidad.

P. ¿Por qué cree que Sainz no opta por la retirada?

R. Porque está capacitado para volver a ganar un Mundial.

P. ¿Sin usted?

R. Carlos es el mejor piloto de la historia conmigo y sin mí.

P. Le ha dado ya sus libretas del Mundial a Marc Martí, el nuevo copiloto de Sainz.

R. Hoy mismo lo haré.

P. ¿Le contará que para que Carlos se acerque lo más posible a la cuneta le gusta oir aquellos gritos: 'arraaas' y 'saaaar'?

R. Por supuesto. Y cuando empiece el Mundial yo seré su seguidor más fiel.

P. Dos campeonatos del mundo, cinco subcampeonatos, tres veces tercero... ¿Si Sainz es el mejor piloto que existe, es usted el mejor copiloto?

R. Ni el mejor ni el peor. Sólo he pretendido que la gente me recordara como un buen tipo. Y creo que lo he conseguido.

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