_
_
_
_

Maragall acusa a CiU de echar a Vilarasau para adueñarse de La Caixa

El líder socialista defiende una colaboración parecida a la "fusión musical"

Francesc Valls

"El Gobierno de Convergència i Unió quiere echar a Vilarasau [La Caixa] y a Serra Ramoneda [Caixa Catalunya]; no es que sean de izquierda, que nadie lo cree; es que no han ayudado al Gobierno nacionalista como éste quería, no les han dicho que sí a todo, y ahora que CiU ve que va a perder el poder, quiere colocar a gente de su color", afirmó ayer en Barcelona el líder socialista catalán, Pasqual Maragall, dentro de lo que caracterizó como el final del pujolismo.

Con este duro alegato, Maragall se refería al alud de iniciativas legislativas que el Gobierno de CiU ha aprobado en relación con las cajas de ahorro catalanas, que en la práctica suponen que Josep Vilarasau y Antoni Serra Ramoneda dejen sus cargos como presidentes de La Caixa -tercera entidad financiera española- y Caixa Catalunya, respectivamente.

El líder socialista catalán abundó ayer en las críticas lanzadas el pasado jueves por la izquierda en el Parlament cuando, desde la tribuna de oradores, el socialista Martí Carnicer afirmó que la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat para 2003 "está pensada para echar de las dos cajas más importantes de Cataluña a sus respectivos presidentes".

Maragall fue ayer un poco más lejos. Y ante la coordinadora de Ciutadans pel Canvi juzgó el relevo en la presidencia de las cajas como un intento de Convergència i Unió de acaparar todo el poder posible en la sociedad civil ante lo que consideró el final de régimen pujolista. "Quieren hacerse con el Barça, las mutuas, La Vanguardia y La Caixa, y no tienen empacho en echar fuera a quien no esté de acuerdo con CiU o con el Partido Popular", sentenció el líder socialista catalán. Maragall no dudó en atribuir la paternidad intervencionista de la Ley Financiera de ámbito español en materia de cajas a la federación nacionalista catalana: "La iniciativa salió de aquí, de Cataluña, y el PP, que es tan liberal, les hizo caso".

Las críticas de Maragall a lo que la izquierda considera intervencionismo del Gobierno de Jordi Pujol se fundamentan en las disposiciones de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, así como en una serie de instrucciones enviadas a las cajas de ahorro catalanas por la Dirección General de Política Financiera. Estas disposiciones tenían como objetivo taponar todos los resquicios que pudieran permitir continuar en su cargo a Josep Vilarasau o que éste participase en la elección de su sustituto.

La relación entre CiU y las cajas de ahorro fue una de las perlas del discurso de Maragall, quien destacó que en Cataluña existe "una gobernación moralmente en fraude de ley; el Gobierno catalán tiene un año por delante, pero nada que hacer". El dirigente socialista se refirió a que la parálisis llega a las inversiones y en este punto cargó contra el "método alemán de financiación", consistente en el pago a la entrega de la obra pública con una posible demora de 10 años. "El método alemán que practica CiU consiste en ya lo pagará Maragall, tal como han previsto para el canal Segarra-Garrigues y la línea 9 del metro", añadió el dirigente socialista.

Esta parálisis también afecta a la reforma del Estatut, a juicio de Maragall, punto en el que CiU está atada por el pacto de con el PP por el que Jordi Pujol fue investido presidente de la Generalitat en 1999. "El Parlament debe aprobar ahora pedir una reforma del Estatut porque así podría entrar en vigor dentro de cinco años" si José Luis Rodríguez Zapatero gana las próximas elecciones generales, dijo.

Pero diagnósticos políticos al margen, Maragall lanzó en clave interna un mensaje que inicialmente preocupó a unos desorientados adheridos a Ciutadans pel Canvi. El presidente del PSC propuso que CpC busque un tipo de "colaboración más estrecha" con el PSC, para alcanzar una relación parecida a la "fusión musical", en la que "no se pierde la identidad".

"La fusión es la música de los tiempos, entendiendo que en música con la fusión no se pierde la identidad", precisó. "Necesitamos estar en la música del tiempo, necesitamos marcha, ya que ante la prosa que nos domina [CiU] queremos un poco de poesía", afirmó . "Sin vosotros, esta marcha, esta poesía y esta música no existirían", añadió el líder del PSC dirigiéndose a los seguidores de Ciutadans pel Canvi.

Los asistentes a la asamblea estaban algo desconcertados por la utilización del término fusión. Tras la asamblea, un dirigente de CpC aseguraba: "Entiendo que no quería hablar de fusión, aunque no estuvo afortunado en la utilización de la palabra; creo que se refería a una colaboración más estrecha con el PSC y con Xarxa Maragall, la iniciativa lanzada por el partido para las elecciones".

Las palabras de Maragall cuando menos desconcertaron, tras el elogio de la diferencia con el PSC lanzado minutos antes por el líder de Ciutadadans pel Canvi, Josep Maria Vallès. CpC nació en 1998 como plataforma de apoyo a la candidatura de Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_