Philip Berrigan, sacerdote y activista de la paz

Philip F. Berrigan, sacerdote católico que se hizo célebre en los años sesenta por su oposición a la guerra de Vietnam, falleció el viernes pasado en Baltimore a los 79 años como consecuencia de un cáncer de hígado y riñón.

Veterano de la II Guerra Mundial, asqueado por su experiencia bélica, se convirtió en uno de los pacifistas más radicales del siglo XX. Párroco de un distrito pobre de Baltimore de población mayoritariamente negra, tenía la convicción profunda de que la guerra, el racismo y la pobreza eran inseparables de un sistema económico corrupto. En consecuencia, fundó el grupo Misión de Paz, que empezó a ser conocido por sus manifestaciones ante las casas del secretario de Defensa Robert McNamara y el secretario de Estado Dean Rusk en diciembre de 1966. En los meses siguientes organizaron la destrucción de archivos de dos centros de reclutamiento arrojando a los ficheros en uno de los casos líquido rojo al que habían añadido su propia sangre. Su hermano Daniel Berrigan, jesuita y poeta, se incorporó al movimiento en 1968. Juntos, el padre Phil y el padre Dan, llegaron a aparecer en la portada de la revista Time, aunque algunos los tacharan de comunistas y traidores.

En los años siguientes, Philip Berrigan continuó su lucha contra la guerra y contra la nuclearización y en defensa de los derechos civiles. Se calcula que en los 35 años siguientes fue detenido más de cien veces y pasó un tercio de los últimos 30 años en la cárcel. Su última puesta en libertad fue el 14 de diciembre de 2001.

En 1973 anunció que se había casado con Elizabeth McAlister,una monja a la que había conocido en el movimiento pacifista. Ambos, que tuvieron tres hijos, fueron excomulgados.

En los últimos años había condenado las intervenciones estadounidenses en Irak en 1991, en Yugoslavia en 1999 y en Afganistán en 2001. Una de sus citas favoritas era del profeta Isaías: "Y convertirán las espadas en arados".