El Barça-Newcastle, suspendido hasta hoy

¿Quién le iba a decir a Joan Gaspart, presidente del Barça, y a su técnico Louis van Gaal que el mal tiempo acabaría concediéndoles una tregua de 24 horas? Y, sin embargo, eso fue exactamente lo que sucedió ayer en el Camp Nou. Una inmensa tormenta se cernió sobre el estadio azulgrana y el representante de la UEFA, de acuerdo con ambos clubs y junto al árbitro del encuentro, decidió supender el partido que debía haber enfrentado a Barça y Newcastle. El encuentro se disputará hoy, a la misma hora (20.45 horas), tal y como establece el reglamento de la UEFA. La decisión, que fue bien recibida por los clubes y sus jugadores, sumió en la desolación a los 4.200 seguidores del Newcastle que se habían desplazado a Barcelona para animar al conjunto inglés. La mayoría regresó ayer a su país en alguno de los 20 vuelos chárters que estaban previstos para después del partido.

Muchos lo hicieron con la mosca detrás de la oreja al considerar que, a la hora prevista para el partido, el terreno de juego estaba en condiciones para disputar el encuentro. Pero fue precisamente en ese momento cuando el representante de la UEFA, el lituano Janis Mezeckis, y el árbitro del encuentro, el belga Luc Huyghe, comparecieron en rueda de prensa para confirmar una decisión que ya se conocía extraoficialmente desde las siete y media y que, según explicó Huyghe, se había tomado a las siete de la tarde. Lo cierto es que el estado del césped había preocupado desde primera hora de la mañana, cuando empezaron a caer los primeros chaparrones. A las 10 de la mañana, el árbitro se acercó al Camp Nou para comprobar que el césped no presentaba unas buenas condiciones. La mañana se fue aclarando, la lluvía disminuyó en su intensidad y, a las cinco de la tarde, el colegiado regresó al estadio azulgrana para ver la evolución del césped. Entonces, Huyghe consideró que el partido podría disputarse. Tan sólo media hora más tarde, la tormenta volvía a desencadenarse sobre el Camp Nou y, a las siete, el colegiado, junto a los representantes de ambos clubes y el delegado de la UEFA decidían suspender el encuentro. "El césped tenía demasiada agua, la pelota no botaba y era imposible dar un pase y jugar a fútbol", señaló el colegiado del encuentro.

Sin embargo, la decisión no se comunicó oficialmente hasta una hora y tres cuartos más tarde. A las ocho, eso sí, el centenar aproximado de seguidores del Newcastle que ya había accedido al estadio fue avisado por megafonía de la suspensión. Se les solicitaba que abandonasen el coliseo y se dirigieran a los autobuses que los trasladarían hasta el aeropuerto. Mientras, los clubes se ponían de acuerdo para decidir una nueva fecha para el encuentro y, sobre todo, la hora en que se disputaría. No hubo problema para que, tal y como establece la normativa de la UEFA, se detereminara que el partido se celebre hoy, 24 horas más tarde.