Olivas acepta construir el puente de Calatrava junto a L'Oceanogràfic tras rebajar su coste

El presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, aceptó ayer desbloquear el proyecto del puente de Serrería que unirá el norte y el sur de Valencia por su parte más oriental y que dividirá en dos el complejo urbanístico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Tras entrevistarse con el arquitecto Santiago Calatrava, Olivas admitió el tercero de los proyectos presentados porque rebaja en más de un 60% el coste inicial y permite liberar una parcela de la Generalitat destinada a uso terciario -un hotel, por ejemplo- que se subastará para recuperar parte del dinero gastado.

La entrevista de ayer entre José Luis Olivas -el hombre que se encargó de paralizar y remodelar el proyecto original de la Ciudad de las Ciencias de Calatrava y eliminar su proyectada torre de comunicaciones- y el famoso arquitecto se cerró con acuerdo. La Generalitat construirá el puente de Serrería que permite salvar el lecho del viejo Turia en una zona clave de la ciudad de Valencia con cargo a los presupuestos de la empresa pública CACSA y la aportación de 4,3 millones de euros comprometida por los promotores del nuevo barrio de la avenida de Francia. Una solución acorde con los intereses de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que no estaba dispuesta a financiar la obra y que exigía que el puente cumpliese con determinados requisitos que no lo convirtiesen en un cuello de botella de la ronda que se está completando.

Santiago Calatrava reconoció que había hecho tres proyectos y que "cada uno era mejor que el anterior". Este será su tercer puente en Valencia y el primero que se sustentará con un arco semiparabólico atirantado. Las diferencias con respecto a su primer proyecto son, sin embargo, la rebaja en el coste -el primero costaba 30 millones de euros- y la supresión de dos secciones de viaducto que permiten liberar una parcela de la Generalitat por la que se puede obtener alrededor de 12 millones en subasta. El nuevo puente de Santiago Calatrava salvará una luz de 155 metros, dispondrá de ocho carriles para vehículos y una pasarela peatonal en el centro y se sustentará mediante cables atirantados a un mástil que se elevará 125 metros y que será capaz en un futuro de albergar, si así se considera, un ascensor panorámico. Por otra parte, el arquitecto se mostró satisfecho por la marcha del Palacio de las Artes, aunque no estará acabado hasta 2004.