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Crónica:13ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ronaldo recupera su 'bicicleta'

Sonoro triunfo del Madrid, en un gran partido del brasileño y Raúl, sobre un Mallorca debilitado en su defensa

El día que Ronaldo recupera la bicicleta, o sea, su regate favorito, quiere decir que está muy cerca de ser el que fue. Son Moix presenció al Ronaldo en estado puro. El que encara al rival, lo engaña y marca. Sin contemplaciones. Su segundo gol fue de esa guisa. Buscó a Marcos al borde del área y le ofreció un doble engaño. Primero al pasar el pie por encima del balón sin tocarlo; y después al inclinar su cuerpo hacia la derecha para salir disparado con la pelota por su izquierda. Y entonces, desde allí, enviar un zurdazo seco, muy cruzado, justo por el único ángulo que no cubría el larguirucho Leo Franco. El gol de Tokio parece haberle insuflado al brasileño la confianza que necesitaba para despegar. Y ayer, incluso, anduvo listo para elegir la víctima en sus dos goles: Marcos, centrocampista que actuó de central para tapar las ausencias de sus compañeros lesionados. Por ahí se perdió este atrevido y generoso Mallorca, que quiso jugar bien al ataque y lo hizo mientras no se descubrieron sus carencias defensivas, que fueron muchas y acabaron por destrozarle.

MALLORCA 1 - REAL MADRID 5

Mallorca: Leo Franco; Campano, Nadal, Marcos, Poli; Alvaro Novo, Lozano (Chichi Soler, m. 84), Riera (Robles, m. 75); Ibagaza; Eto'o (Tuni, m. 79) y Pandiani. Real Madrid: Casillas; Michel Salgado, Pavón, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Conceiçao, Makelele, Zidane (Solari, m. 72); Raúl (Morientes, m. 84) y Ronaldo (Guti, m. 78). Goles: 0-1. M. 6. Figo adelanta a Raúl y éste a Ronaldo, que tira cruzado. 1-1. M. 17. Centro de Riera, Lozano cabecea y Eto'o remata. 1-2. M. 46. Ronaldo hace la bicicleta a Marcos y tira cruzado. 1-3. M. 62. Centro de Roberto Carlos y Raúl desvía. 1-4. M. 65. Raúl aprovecha un mal despeje. 1-5. M. 90. Guti, a pase de Morientes. Árbitro: López Nieto. Expulsó a Pandiani (m. 78) y amonestó a Eto'o, Makelele y Lozano. 23.314 personas en el estadio de Son Moix.

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El Madrid siguió enganchado al efecto Tokio, es decir, la puesta de largo de todas sus estrellas, que decidieron en Japón que ya era hora de ponerse las pilas. Si acaso, con la excepción de Zidane, que pareció cansado de tanto trasiego y falló más pases de lo acostumbrado. Raúl, en cambio, mandó callar. Se puso a la cabeza de la resurrección. Está decidido el madrileño a enseñarles el camino a sus compañeros. Aunque para ello haya tenido que reconvertirse en excelente pasador, habida cuenta de que comparte delantera con semejante depredador a su lado. Ya con el partido encarrilado, Raúl se fue al centro del campo de Son Moix y, desde allí, dirigió todo el juego del mundo. Como si se tratara de un Guardiola zurdo. Pero no se conformó con eso, sino que, como recompensa a su entrega, halló dos balones rondando el área y los envió a las redes. Para recordar que sigue siendo un goleador. Una exhibición madridista a la que contribuyó en gran medida un inmenso Makelele, que barrió todo el centro del campo e incluso se las ingenió para disimular las deficiencias de Conceiçao. A la fiesta madridista se fueron uniendo en la segunda parte nuevos invitados como Guti y Morientes, pero los grandes actores ya habían encauzado la función.

El equipo de Del Bosque comenzó fluido y a su segundo ataque ya había puesto de acuerdo a Figo, a Raúl y a Ronaldo. Lo que es casi sinónimo de gol. Una triangulación muy sencilla e interpretada con naturalidad. Figo inicia la jugada, Raúl la prolonga y Ronaldo la remata. A este paso Raúl se convertirá en uno de los pasadores del campeonato. Y como si le hubiese dado pena por el rival marcar tan pronto, Ronaldo fue a interesarse por Marcos, maltrecho tras el gran desmarque del brasileño. ¡Vaya noche le dio a Marcos!

El partido nació precioso, en vilo por el momento dulce de ambos equipos. El Madrid con el pie caliente tras su conquista de la Copa Intercontinental. Y el Mallorca con la cara bien alta tras su demostración de coraje la semana pasada en Riazor. Las alternativas se sucedieron. El juego fue eléctrico. De aquí para allá. Sin descanso. El público de Son Moix se lo pasó en grande. Pero en este primer periodo el Mallorca fue más armónico: todos defienden y todos atacan. Y el gol en contra no modificó en nada su idea, la de dar espectáculo. Ya avisó Riera al enviar desde el córner derecho, a pie cambiado, un centro de rosca que Casillas despejó con dificultades. Pero quien más se resistió a la derrota fue Eto'o, un futbolista desequilibrante y diferente. No sólo porque se meta entre líneas, corra por todas partes y no haya nadie que pueda atraparlo, por mucho que Del Bosque rogara a sus centrales que fijaran la marca sobre él. Sino porque contagia su estado de excitación a sus compañeros. Así fue como, inmediatamente después de ganarse una tarjeta por protestar, empalmó a gol un pase de cabeza de Harold Lozano. Empató el partido e inició una carrera enloquecida hacia el banderín de córner, al que hizo vibrar con un patadón tremendo antes de gritarle al público de Son Moix que él no estaba dispuesto a perder.

Pero perdió. Con Ronaldo dispuesto a todo, es difícil que sea de otra manera. El brasileño marcó al inicio de cada parte. Como si la pereza le llevara a concentrar su energía para esos arranques de cada periodo. Tras el 1-2, el Mallorca quiso volver al partido y lo hubiera hecho de haber visto López Nieto el leve agarrón de Michel Salgado a Eto'o dentro del área. Como no lo vio, Raúl se encargó de marcar las distancias y el Madrid se marchó definitivamente. Se recreó en su magnífica técnica, bailó por momentos a su rival y el orgulloso Pandiani, que no podía soportarlo, entró de mala manera a Figo. Fue expulsado y no estará ante la Real en Anoeta. Para evitar males mayores, Gregorio Manzano sustituyó entonces a Eto'o: ya había perdido a un delantero y no quiso perder al otro. Manzano entendió que al Madrid, así, hay que hacerle el pasillo.

Ronaldo corre a felicitar a Raúl tras uno de sus goles.
Ronaldo corre a felicitar a Raúl tras uno de sus goles.TOLO RAMÓN

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