¿Vamos bien?

Cena solidaria para devolver la luz, leía el pasado 30 de noviembre en EL PAÍS. Unas 250 personas participaron en una cena, celebrada el jueves anterior en el hotel Majestic de Barcelona, a 600 euros el cubierto. Vuelvo a leer el título, es posible que me haya equivocado, Cena solidaria. Es difícil errar tras dos lecturas consecutivas, pero quién sabe, decido volver atrás: Cena solidaria. No hay error.

A la par, ese mismo día la Fundación ARED (Associació per a la reinserció de dones) convocaba a una cena solidaria a la misma ahora, pero en otro lugar: El sopar de la fam. Unas 250 personas disfrutaban, por sólo seis euros, de pa amb tomàquet, jamón en dulce y una manzana.

Viendo las dos opciones, uno se pregunta dónde está la solidaridad. Es posible que en el hotel Majestic se recaudasen más fondos. Seguramente. Tal vez fue por el tipo de gente que acudió a cada uno de los actos o tal vez fue porque gente como yo pagaba tan sólo los seis euros solicitados en la puerta y no era capaz de pagar algo más por la cena. ¿Quién sabe? Y en el fondo ¿qué importa? ¿Para qué comparar?

Evidentemente yo no pagaría nunca 600 euros para ir a cenar, y si algún día lo hiciera (que espero que no) no hablaré de una cena solidaria, porque creo que esto es otra cosa. Yo me quedo con la fórmula de pagar sólo seis euros, y eso por decir algo...

¿Hacia dónde vamos? No sé si valdría la pena pararse un momento, dejarlo todo y pensar: "¿Vamos bien?".