La ONE mantiene el paro después de una larga semana de negociaciones
Cultura asegura que se agotarán todas las vías antes de adoptar sanciones
Los tonos se van suavizando, las posiciones acercándose, pero todavía no hay fin del conflicto. Ayer, la Orquesta Nacional de España tampoco sonó en el Auditorio Nacional. Las promesas de diálogo del secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, no fueron suficientes para que los convocantes, los músicos funcionarios de la orquesta, acabaran con la huelga que afectó al segundo concierto previsto con Jesús López Cobos.
El conflicto estuvo a punto de cerrarse el jueves. Los profesores vieron con buenos ojos la entrada en escena del secretario de Luis Alberto de Cuenca: "Tuvimos una reunión muy cordial en un ambiente muy sereno. Fue extremadamente positivo, nos pareció un hombre dialogante y no dijo tonterías", asegura Salvador Escrig, presidente del comité de huelga.
Entonces, ¿qué falló? "Que los del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM) no nos reconocieron como legítimos representantes para resolver el conflicto", dice Escrig. Así que el paro de ayer y el previsto para hoy continúan, pero probablemente el lunes cambie el panorama. Las actitudes se van reblandeciendo y desde el INAEM el mensaje es muy claro: "Diálogo sí, pero con la ley por delante", asegura su director, Andrés Amorós.
Y la ley es el nuevo real decreto para la ONE, que entrará en vigor a partir de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, donde, después de que se aprobara la semana pasada en Consejo de Ministros, aparecerá en el papel posiblemente el lunes.
Los convocantes, que han exigido su retirada porque el decreto modifica el status funcionarial de la orquesta por uno laboral, parece que ya asumen lo inevitable, pero ahora aparecen con nuevas reivindicaciones, según el INAEM. Otro de los puntos cruciales del conflicto, el pago de unos atrasos a los músicos ya ordenados por una sentencia judicial y actualmente recurridos por Cultura, parece que lleva buen camino. "Queremos que se les pague cuanto antes", dice Amorós, "y no vamos a poner ninguna traba ni ninguna argucia legal". No está previsto que se tomen sanciones contra los huelguistas pese a que su ministerio considera el paro "abusivo". "Se agotarán todas las vías antes de tomar esas decisiones", dijo Amorós.
Con el decreto aprobado, el ministerio está dispuesto a negociar temas específicos, desde las grabaciones de la orquesta hasta un pago especial por el uso de los instrumentos propios de los músicos, algunos de los asuntos que reivindican ellos, confirma Salvador Escrig: "Hasta ahora hemos hecho grabaciones gratis. A partir del momento en que entre en vigor el decreto queremos cobrar nuestros derechos. Todo esto cambia con las nuevas normas: la orquesta le va a costar al Estado tres veces más, pero ellos verán".
Luego está el asunto del director titular, un cargo vacante desde hace 11 años. El INAEM ya ha puesto en marcha los mecanismos más básicos para crear esa figura. Sobre los candidatos, entre los que destacan Josep Pons (actual titular de la Sinfónica de Granada) y Juanjo Mena (la de Euskadi), nadie se pronuncia. "No se lo hemos ofrecido a nadie", dice Amorós. "Es un tema secundario, pero alguien que aceptara venir a la orquesta ahora, estando las cosas como están y sin los conflictos resueltos, no estaría bien visto por los músicos", advierte Escrig. Quien estuvo en ese puesto hace 15 años, Jesús López Cobos, que ayer no pudo celebrar su segundo reencuentro con la formación, guarda un discreto silencio.
"Huelga no, sabotaje"
Parte del público abonado al ciclo de la Orquesta Nacional volvió ayer al auditorio a calibrar el ambiente. Unas 500 personas, más que el primer día de huelga, acudieron a comprobar in situ si se celebraba el concierto o no. Así como la semana pasada los ánimos se dividían entre ataques a los responsables de Cultura y a los músicos, ayer, la balanza se decantó a favor de los responsables políticos.Los abonados se empiezan a movilizar. Que les reingresen su dinero no es lo que más les importa, prefieren que se normalice el ciclo. Manuel Matamoros, un aficionado, decía: "Esto no es una huelga, esto es un sabotaje. Nos negamos a aceptar que unos cuantos privilegiados llamen a esto huelga. Nos hemos manifestado en un foro en Internet (mundoclasico.com) en el que dejamos claras nuestras posiciones. Queremos una orquesta buena y no esta formación caduca desde hace 15 años, que ahora está superada en España por cualquiera de provincias", afirmaba Matamoros ante un corrillo concurrido que le mostraba su apoyo.No es el único sector que pone duras pegas a los funcionarios convocantes. Ayer, los miembros de la orquesta se encontraron con posiciones más duras por parte de los representantes sindicales del INAEM, que no apoyan la huelga desde el principio. "Nosotros somos los representantes legales para resolver un conflicto en el que llevamos 15 años luchando", aseguraba Dionisio Rodríguez, quien también advirtió que el ministerio les ha hecho saber mediante una nota que la equiparación salarial de los contratados con los funcionarios está en marcha. "Nos han dicho que les van a hacer contratos indefinidos y que van a asimilar sus plazas. Pasarán a cobrar 33.167 euros anuales, unos 6.000 más que lo que cobran ahora. Así quieren evitar que éstos les monten otro conflicto", dijo.
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