El alcalde de Ojén reivindica su inocencia pero dimite "por coherencia"

Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, el alcalde de Ojén, el socialista Francisco Manuel Vázquez, dimitió ayer como regidor del municipio, forzado por una condena dos años de cárcel y 16 de inhabilitación por dos delitos contra la ordenación del territorio. Vázquez, que ha recurrido la sentencia, mantendrá sin embargo su acta de concejal. Con Vázquez ya son tres los alcaldes de la Costa del Sol que han debido abandonar sus cargos en el último año y medio por procedimientos judiciales.

El primer mandatario de Ojén anunció su dimisión en una conferencia de prensa, arropado por dirigentes regionales y provinciales del PSOE. "Es triste tener que irse de esta forma, pero me voy con la cabeza muy alta", dijo Vázquez, que insistió en su inocencia y explicó que cuando se aprobaron las dos licencias de obras denunciadas, ni él ni los otros cuatro ex ediles de su partido que las apoyaron creyeron que estaban cometiendo un delito. "Creíamos que estábamos haciendo un bien para nuestro pueblo", señaló el regidor.

Reconoció que en los 12 años que ha permanecido al frente del municipio se le puede acusar de "cometer errores y de una falta administrativa", pero "nunca de prevaricación, ni de robar nada". También aseguró que en ningún momento la ejecutiva del PSOE le ha pedido su dimisión, decisión que explicó ha tomado por "coherencia política".

Por último, el alcalde tuvo duras palabras para Ecologistas en Acción, que denunció ante los juzgados la autorización de las dos licencias en el paraje protegido de los alcornocales de Elviria. A partir de ahora se abre un plazo de 10 días para la celebración de un pleno, en el que se hará efectiva la dimisión de Francisco Manuel Vázquez. Posteriormente, se convocará otra nueva sesión plenaria para elegir al nuevo mandatario, que será el primer teniente de alcalde, Juan Pedro Gómez, también del PSOE, partido que gobierna en Ojén con mayoría absoluta.