La nueva cárcel de Villena se satura y empieza a instalar literas en las celdas

El nuevo centro penitenciario de Villena, concebido para albergar a un máximo de 700 presos, ha alcanzado ese límite cinco meses después de inaugurarse. Instituciones Penitenciarias amplía ahora la capacidad de la prisión hasta 1.250 plazas y para ello ha recurrido a instalar literas en las celdas individuales. Donde cabe uno caben dos.

Mientras tanto, el centro de Fontcalent, que envió a 400 presos a Villena para descongestionar sus instalaciones, se encuentra ya con los mismos niveles de ocupación que hace medio año, con cerca de 900 internos.

La instalación de literas y la cohabitación de dos personas en una misma celda es contraria al reglamento de prisiones, que establece de manera unívoca que "sólo en casos excepcionales" se permitirá la convivencia de dos presos por celda.

Javier Tovar, delegado del sindicato CSI-CSIF en Alicante II, asegura que la ocupación máxima de la prisión no permite a los funcionarios desarrollar su trabajo, "porque aún nos faltan 60 funcionarios que están recogidos en el catálogo de puestos". En este momento, los empleados públicos se apoyan en los cerca de 121 trabajadores en prácticas, que "se esfuerzan en hacer su trabajo, pero les falta lo principal: experiencia", apostilló. Tovar explicó que el aumento del número de delitos y, por consiguiente, de detenidos, hacen complicado mantener las estadísticas de reclusos a la baja.

De poco ha servido que entre julio y principios de diciembre se derivaran 400 internos de Fontcalent a Villena, ya que la masificación del centro de Alicante continúa, con un nivel de ocupación de 900 reclusos, casi el doble de su capacidad. Esa situación se produce por el cierre del centro penitenciario de Cartagena, que obligó al reparto de presos entre Murcia y Alicante.