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Reportaje:

China despierta contra el sida

Un millón de estudiantes recorrerá el país explicando medidas de prevención

Cuando hace dos años el Gobierno decidió poner las primeras máquinas de venta automática de preservativos en las universidades, muchos chinos se sintieron ofendidos. Ayer, el Gran Palacio del Pueblo, corazón de las más importantes ceremonias políticas del país, fue escenario del lanzamiento de una campaña de promoción de lucha contra el sida que llevará el año que viene a un millón de estudiantes a las zonas rurales para concienciar a la población sobre las medidas de prevención e inculcar el respeto hacia quienes han contraído la enfermedad. En China hay al menos un millón de personas portadoras del virus.

La campaña, denominada Vive y deja vivir, pretende poner freno a una epidemia que, según advirtió Naciones Unidas el pasado junio, puede incrementar el número de afectados por el VIH en el país a 10 millones para 2010 si no se toman medidas. "La gente no debe discriminar a quienes tienen sida", dijo en el Gran Palacio del Pueblo un enfermo cubierto con una gorra ante una audiencia de adolescentes. Ayer se celebró el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, con la organización de multitud de actos en todo el mundo. En España, las ONG organizaron, por ejemplo, una concentración en Barcelona, en la que se pidió que no se discrimine a los enfermos de sida, y un concierto benéfico en Madrid, en el que participó el cantante Pablo Milanés.

Las autoridades difundirán una serie con documentales y animaciones por 1.000 televisiones locales

Los medios de comunicación se han volcado los últimos días en el esfuerzo de promoción puesto en marcha por el Gobierno, quien parece decidido a hacer frente a un problema que durante mucho tiempo parecía no existir en el país y que hace tan sólo unos meses le llevó a recibir con escepticismo el informe de la ONU.

Las autoridades van a difundir una serie de 12 capítulos -una mezcla de documentales y animaciones por ordenador- a través de 1.000 cadenas locales de televisión, en la que se muestra cómo se transmite el virus, cómo utilizar el preservativo y qué actitud se debe mostrar hacia los enfermos. Con esta medida pretenden llegar a 600 millones de personas, casi la mitad de la población.

El documental fue presentado el sábado ante 1.000 personas en un pequeño pueblo en las afueras de Pekín. "¿China tiene ya un millón de infectados? Había oído hablar de eso antes, pero pensaba que era un problema de extranjeros, que no tenía nada que ver con nosotros los chinos", dijo Zhang Guiyun, una de las asistentes, tras ver el programa. "Sin embargo, no creo que yo corra riesgo de infección, porque nunca haré esas cosas" que se mencionan en el documental: relaciones sexuales fuera del matrimonio sin protección y compartir agujas entre los consumidores de drogas.

La labor no será fácil. Algunos expertos dicen que es complicado conocer el número de afectados en un país en el que las autoridades locales a menudo prefieren dar la espalda al problema. Según el Ministerio de Sanidad, el mayor reto es el desconocimiento de la población sobre la enfermedad. "El sida es, con mucho, el mayor desastre natural al que China tiene que hacer frente", aseguró en Pekín Richard Grove-Hill, director regional de Cruz Roja. Aunque la enfermedad se ha extendido principalmente por compartir agujas, miles de personas la han contraído al vender sangre en redes sin controles sanitarios.

Pero el problema al que se enfrenta el país no es sólo social. Según la prensa de Hong Kong, que cita al profesor Zeng Yi, del Centro para el Control de la Enfermedad de China, el sida supondrá unas pérdidas económicas de 770.000 millones de yuanes (93.500 millones de euros) para 2010.

Alrededor de 42 millones de personas tienen el VIH en el mundo, de las cuales 7,2 millones, un 10% más que el año pasado, viven en la región Asia-Pacífico. El porcentaje, sin embargo, crece a un ritmo del 10% al 20% en algunas zonas de China, según la ONU. Unicef ha advertido de que China tiene tres o cuatro años para contener el avance del mal antes de que sea un país "hiperendémico".

Uno de los protagonistas será el condón. Mientras el Gobierno y la gente de la calle se refieren a él como biyuntao, que significa dispositivo anticonceptivo, los responsables de la lucha contra el sida prefieren llamarlo anquantao, que sugiere sexo seguro.

Estudiantes chinos, en una conferencia del Día Mundial contra el Sida frente a un lema sobre los enfermos.
Estudiantes chinos, en una conferencia del Día Mundial contra el Sida frente a un lema sobre los enfermos.AP

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