Aplausos y bronca para Bieito en el estreno de su 'Don Giovanni'
El estreno anoche en el Liceo de Barcelona de la versión de Calixto Bieito de la ópera de Mozart Don Giovanni transcurrió plácidamente hasta que el director de escena salió a saludar al finalizar la reprentación. Los aplausos que el público había brindado a los cantantes, la orquesta y el director musical, Bertrand de Billy, se tornaron súbitamente en abucheos por parte de un sector del público. La bronca, que los también numerosos aplausos no pudieron ensombrecer apenas, duró un minuto. Al ver la reacción de una parte del público, Bieito optó por retirarse del escenario junto a su équipo, al que no dudaron en seguir, en signo de solidaridad, los cantantes, en el mismo momento en que les iban a entregar los ramos de flores.
La salida del escenario de los cantantes cogió desprevenido al público, que al no ser, en su mayoría, abononado de la temporada del Liceo y desconocer los rituales de la ópera, dejó súbitamente de aplaudir y abuchear. El desconcierto cundió. Ni aplausos, ni abucheos, ni cantantes en escena y las luces de la sala todavía apagadas. El público permanecío sentado en sus butacas sin saber qué hacer durante unos segundos hasta que las luces se encendieron y los asistentes empezaron a abandonar la sala en uno de los finales operísticos del Liceo más insólitos de los últimos tiempos.
Bieito traslada la acción de la ópera de Mozart de la Sevilla del siglo XVII a la Barcelona del siglo XXI para explorar el mundo de la violencia juvenil a través de un Don Giovanni que aquí es un joven seductor y dominante de clase media que vive las noches al límite, seduciendo, forzando mujeres y consumiento sin freno alcohol y drogas.
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