El despegue de la Villa Olímpica
Nuevos locales animan la oferta de ocio en el litoral barcelonés
Diez años han pasado desde que este conjunto urbanístico surgió sobre las cenizas de la zona industrial barcelonesa. Primero se alojaron en él los deportistas durante los Juegos Olímpicos de 1992, y después vivió el duro trance de convertirse en una parte más de la ciudad. El camino ha sido complicado, pero hoy, meses después de celebrar su décimo aniversario, la Villa Olímpica encara un futuro un tanto sorprendente. Ha costado lo suyo, ya que, pasada la animación olímpica, la zona ofrecía un panorama desolador, con todos los apartamentos vendidos, pero con muy pocos vividos. Y la oferta de ocio nocturna, en los garitos del Paseo Marítimo, estaba basada en el turismo, el domingueo y las noticia de peleas con olor a embriaguez. Jordi Giró, presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas de la Villa Olímpica, recuerda la evolución: "En 1996 se alcanzó la ocupación plena y se inició la normalización. Hubo problemas de estructuras y mantenimiento, pero ahora la Villa Olímpica ya no es una teoría, sino una práctica".
Además de las reivindicaciones vecinales de integración en el tejido urbano, algunas iniciativas han tratado de reconducir su carácter de zona de ocio peleón. La más conseguida ha sido el complejo de cines Icaria Yelmo Cineplex, 15 salas con una programación en versión original y un público en el que abundan jóvenes y extranjeros. Un cambio de rumbo que tiene mucho que ver con la cercanía del proyecto urbanístico Diagonal Mar, que prolongó la Diagonal hasta la línea de costa y promovió la construcción de viviendas y un centro comercial. "Con la aparición de Diagonal Mar nuestro barrio está mucho mejor ubicado", razona Giró. "La apertura de la ciudad al litoral nos consolida".
Un restaurante y un club
Tal vez ése sea uno de los motivos que han movido al grupo Tragaluz a inaugurar Bestial, su segundo local en la zona (abrieron hace tiempo Agua en el Paseo Marítimo). Se trata de un moderno restaurante de cocina mediterránea, con un impresionante jardín-terraza de varios pisos que, desde los bajos del hotel Arts, ofrece una espectacular vista. Y a la misma estela de modernidad se apunta el club Danzatoria. Esta discoteca, a la que se accede por el lateral del Arts, quiere mantener el éxito obtenido con Danzatoria, una torre de la parte alta de la ciudad por la que en un año han pasado Leonardo DiCaprio, Tobey McGuire o Lenny Kravitz.
¿Por qué uno de los nuevos referentes de la noche barcelonesa ha elegido un lugar antaño tan poco glamouroso como ubicación? "La zona está empezando a cambiar. Va a ser un nuevo punto estratégico. Entre el hotel Arts, el Bestial y nosotros, nos apoyamos para potenciar este cambio", declaran sus responsables.
Fiestas y estrellas
Una curiosidad que ilustra el nuevo tipo de público que empieza a interesarse por la Villa Olímpica: el club Danzatoria dispone de un área reservada con capacidad para 60 personas. A ella se accede pagando por las botellas a consumir, se calcula un mínimo de una por cada ocho personas y cuestan entre 90 y 100 euros. Desde su inauguración, el pasado octubre, el reservado se ha llenado cada jueves, viernes y sábado, así que la discoteca ha abierto un segundo espacio para otras 40 personas. En el reciente desembarco de estrellas en Barcelona con motivo de los premios MTV, en ambos espacios se hicieron varias fiestas, frecuentadas por Christina Aguilera o Enrique Iglesias.
Y es que todo parece a punto de dar un nuevo salto en esta zona acostumbrada a reinventarse. El recién llegado aprecia sin duda la mejoría ("al principio te miraban como a un bicho raro por vivir aquí", dice Giró), que ahora une al interés urbanístico y a su acogedora zona pública -con jardines y espacios para ir en bicicleta o patinar- una oferta cultural y de ocio de mayor calidad. Francesc Narváez, regidor del distrito, destaca que la zona "ha dejado de recibir público conflictivo a determinadas horas de la madrugada y se está estabilizando la calidad de sus locales".
GUÍA PRÁCTICA
Las direcciones - Bestial (932 24 04 07). Ramon Trias Fargas, 2-4. Precio medio, entre 24 y 30 euros. - Agua (932 25 12 72). Paseo Marítimo de la Barceloneta, 30. Entre 6 y 12 euros. - Club Danzatoria. Paseo Marítimo, 36. 15 euros. - Hotel Arts (932 21 10 00). Carrer de la Marina, 19-21. La habitación doble, 350 euros. Ofertas puntuales, a partir de 234 euros. - Icaria Yelmo Cineplex (902 12 4 1 34). Salvador Espriu, 61.Información - Central de reservas de hoteles en Barcelona: 933 01 59 94 y www.barcelonahotel.com. - Oficina de turismo de Barcelona (906 30 12 82). - www.barcelonaturisme.com. - www.bcn.es.
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