Machete para cortar caña
Antes incluso de la aparición oficial de Orishas, Nilo Castillo cayó por Madrid trayendo la buena nueva de que había en Europa un potente rap cubano, de sonoridad única y con voluntad testimonial (a diferencia del rap que se desarrolla dentro de Cuba, victima del doble yugo de las carencias técnicas y la censura).
Como casi todo el arte joven que tiene sus raíces en la atormentada Cuba del Periodo Especial, el rap de Nilo MC es hirientemente intenso. Desde que sale a interpretar Qué problema, Nilo y sus acompañantes meten la quinta.
Cada interpretación es un despliegue de energía, tanto en voces como en bailes, con invocaciones constantes a la participación del público. El impacto es abrumador, con particular mención para la leonina Delly Delanois, con una voz deliciosamente rancia que contrasta con imposibles movimientos de cadera y pelvis. Sin esfuerzo aparente, Nilo realiza una prodigiosa exhibición de talento: pasa al ragga jamaicano sin dificultad, imita percusiones, lidia con los invitados, mantiene la fiebre. Siempre, Cuba de fondo, presente en su bandera y en explicaciones de Nilo (un "guajiro del asfalto" es un habanero que cultiva hortalizas y cría animales en su piso). Los puntos álgidos son muchos y variados: El puente con su sampleo de Compay Segundo; la pícara Mi abuelo, a partir de la Vieja Trova Santiaguera; Cuba caña, puro metal-rap sin guitarras eléctricas; A-Divina María, denuncia de la hipocresía castrista que vende erotismo y luego castiga las relaciones sexuales entre nativos y turistas. Un tema nuevo, Candela, evidencia que Nilo MC tiene futuro; sólo necesita levantar el pie del acelerador de tanto en tanto.
Nilo MC
Nilo Castillo (voz principal), Delly Delanois (voz), Tito Delgado (voz), Victor Bravo (percusión), Frodo Des (scratch), Niño Vudú (DJ). Voces invitadas: Athanai, Vanito, Leo. Sala Caracol, Madrid. 28 de noviembre.
Babelia
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