Día libre

Los mercados de valores europeos quedaron ayer como suspendidos en el vacío, inmersos como están en una corriente alcista, pero sin fuerzas propias para mantener el impulso.

El cierre de las bolsas en Estados Unidos privó a los mercados europeos del único argumento con que cuentan para justificar sus avances en medio de una economía en declive, pero al menos consiguieron un resultado neutro que sitúa a la ausencia de presión vendedora como el único elemento autóctono en esta tesitura.

La única referencia externa en esta jornada fue la subida del 3,39% en la Bolsa de Tokio, que permitió al índice Nikkei recuperar el nivel de los 9.000 yenes un mes después de perderlo. El Ibex 35 terminó la sesión con un avance del 0,06% y el índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,10%, siendo estos los peores resultados entre los mercados europeos. París subió el 0,49%, Londres el 0,99% y Francfort ganaba el 0,71% poco antes de cerrar.

La contratación en el Mercado Continuo no sufrió el recorte habitual en los días en que no llegan órdenes desde Estados Unidos, lo que provocó comentarios para todos los gustos entre los observadores. La contratación se quedó en 1.180,09 millones de euros, ligeramente por debajo de la media de las últimas sesiones, lo que sirvió de justificación a quienes opinan que el mercado "funciona casi automáticamente" gracias a la actividad institucional y en ausencia de inversores finales.

El único dato económico importante del día procedía de la eurozona y resultó bueno a medias porque tiene posibilidad de obtener lecturas diferentes.

La masa monetaria, M3, descendió en octubre hasta el 7% desde el 7,3% de septiembre, lo que resta presión al sistema y, de paso, al BCE para rebajar los tipos de interés en su próxima reunión, sobre todo después de que hace varios días una alta autoridad del banco señalara que todavía quedan importantes presiones inflacionistas en la zona.