Nace el primer torero virtual
El primer vídeojuego taurino se llama Torero. Los 1,8 millones de aficionados españoles a la fiesta que tienen ordenador en casa (según el estudio de mercado de la empresa que lo ha diseñado, Game Pro) podrán torear, sentados y con las teclas, en la plaza que deseen, eligiendo el peso, el trapío y la capa del toro y cambiando el color del traje de luces y el aspecto físico del torero. Chicuelinas, naturales, faroles, abaniqueo de rodillas, el pase del desprecio, banderillas, puyazos, estocadas... El videojuego, que fue presentado ayer en Madrid, incluye todas las suertes fundamentales del toreo. Aunque no tiene sangre (no está configurada por defecto, pero se puede poner) ni ofrece más riesgos de cornada que el de hacer el ridículo, sí ofrece cinco opciones distintas para parar, templar y mandar con el ratón: Mano a mano (dos jugadores torean el mismo toro y el público -el software- juzga quién es mejor); Escuela (un maestro enseña los pases con el carretón); Gira Nacional (triunfos por plazas españolas) o Internacional (Nimes, México, y las ficticias de Tokio y Nueva York) y Carrera al Triunfo, donde se narra la trayectoria del flaco torero virtual José Troyano, El Tati, desde que es un niño de 9 años. Torero, que sale al mercado con 20.000 copias (a 29,95 euros), ha sido diseñado por el alemán Stefan Schuster, todo un experto tras pasar "dos años estudiando literatura taurina y viendo vídeos". Schuster realizó la simulación capturando los gestos del matador de Llodio Iker Javier Lara. Pero es El Juli la cara visible del proyecto: su imagen ilustra la caja, y él declara: "El juego es muy respetuoso con el mundo taurino y tiene gran similitud con la realidad. Es una bonita mezcla de tecnología punta y sentimiento taurino".
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