El teniente condenado por desnudar a una soldado tiene otra denuncia por abuso sexual
La justicia militar investiga la acusación de que intentó quitar el bañador a otra militar
El teniente Iván Moriano, condenado a cinco meses de cárcel por obligar a desnudarse a la aspirante a soldado profesional Dolores Quiñoa, tiene pendiente ante la jurisdicción militar otro proceso por abusos sexuales contra una soldado. Este segundo procedimiento investiga hechos que sucedieron cuando el teniente se encontraba destinado en la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid, donde fue destinado tras su traslado forzoso desde la Guardia Real. Según la denuncia, el oficial intentó forzar a una militar a que se quitase el bañador.
El teniente regresó el pasado viernes de Bosnia, por orden del Ministerio de Defensa, y se encuentra en Madrid a disposición del Tribunal Militar Territorial Primero. Hoy mismo podría comparecer ante el tribunal para recibir la notificación del fallo que le condenó a cinco meses de prisión por un delito de abuso de autoridad consistente en inferir trato degradante a un inferior. Su ingreso en la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid) está pendiente de que se dicte el correspondiente auto de ejecución de la sentencia.
No es éste, sin embargo, el único proceso que tiene pendiente el teniente Moriano por abusar sexualmente de una militar. El mismo tribunal castrense instruye un sumario por la denuncia de otra soldado. Los hechos se produjeron presuntamente en la Agrupación de Infantería de Madrid, en la calle de Arturo Soria, a donde el teniente fue destinado después de que el plante de los 45 aspirantes a la Guardia Real obligara a su traslado forzoso. Todos los compañeros de Dolores Quiñoa presentaron la baja voluntaria en el Ejército tras saber que el teniente había abusado sexualmente de ella en la noche del 11 de mayo de 2000.
Los hechos que motivaron el segundo proceso se produjeron en unas instalaciones deportivas contiguas a la Agrupación de Infantería de Marina, el Centro de Instrucción y Educación Física, que pertenecen también a las Fuerzas Armadas. Según la denuncia, el oficial ordenó a una soldado que nadase en la piscina y, en un momento determinado, intentó arrebatarle el bañador. El suceso, conocido por sus superiores, motivó una investigación interna, que fue archivada sin que se adoptase ninguna medida. Posteriormente se abrió un proceso penal por abuso de autoridad que aún no ha concluido.
Además, esta misma semana Dolores Quiñoa presentará una denuncia contra el teniente por violación y coacciones. La joven asegura que no mencionó la violación durante el juicio que culminó con la condena del teniente debido a que éste le amenazó.
Quiñoa reveló por primera vez este hecho en una carta entregada en la Delegación de Defensa de Lugo el 16 de septiembre, después de que se le negara oficialmente que existiera relación causa-efecto entre su baja en la Armada por pérdida de condiciones psicofísicas y la agresión que sufrió en el campamento de El Piornal (Cáceres).
Quiñoa ni siquiera pudo confiarse a su abogado porque las leyes orgánicas de Competencia y Organización de la Jurisdicción Militar y Procesal Militar prohíben ejercer la acusación particular "cuando ofendido e inculpado sean militares y exista entre ellos una relación jerárquica de subordinación".
El Pleno del Tribunal Constitucional, en una sentencia dictada el 10 de mayo de 2001, consideró que esta prohibición "no encuentra justificación constitucional suficiente en la protección de la disciplina militar, ni en el principio jerárquico [...], por lo que conculca el principio constitucional de igualdad ante la ley y lesiona el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión".
Pese a esta sentencia, ratificada por otra de la Sala Segunda del Constitucional de julio de 2001, los militares siguen sin poder ejercer la acusación contra sus superiores, debido a que el Alto Tribunal aún no ha resuelto la cuestión de constitucionalidad sobre las mencionadas leyes que el pleno se encomendó a sí mismo hace año y medio.
El Ministerio de Defensa difundió ayer una nota en la que informa de que el ministro Federico Trillo-Figueroa encargó la semana pasada la apertura de una información reservada "sobre cualquiera otros aspectos que pudieran tener relación con los hechos denunciados por una aspirante a soldado contra un teniente". La nota recuerda que el Tribunal Territorial Primero abrió diligencias el pasado día 15 sobre la nueva denuncia de violación y reitera la voluntad del ministro de "esclarecer todos los puntos y comportamientos que puedan deducirse de tales hechos".
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