Maragall afirma que Cataluña ha de superar la etapa afirmativa y defensiva
La presentación del libro que Pasqual Maragall ha escrito para explicar su proyecto para Cataluña y para España proporcionó ayer la ocasión asistir al espectáculo de la confrontación de su punto de vista sobre España y el del filósofo Xavier Rubert de Ventós, que ofició como presentador. Rubert, viejo amigo y compañero de lides políticas de Maragall, afirmó, provocativo, que en su opinión, los socialistas españoles "no pueden ni debieran hacer suya" la propuesta de Maragall para España.
La idea de Rubert de Ventós es que en la carrera para La Moncloa "siempre gana el que dice: 'Voy a meter a esos periféricos en cintura'. Y eso no requiere convencimiento , como quiere Maragall, sino una transustanciación de los españoles".
La afirmación de Rubert de Ventós no escandalizó a los asistentes, que llenaban la sala de actos del FAD. Se trataba de unas 200 personas del entorno directo de Maragall, conocedoras del descreimiento de que hace gala el filósofo en materia política tras su larga experiencia como diputado socialista. Pero el libro de Maragall, Els orígens del futur, que ha sido prologado por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, está en los antípodas de lo dicho por Rubert de Ventós. Salvo en lo que fueron las palabras finales de su presentación: "¿Quién no tiene hoy la esperanza de que Pasqual Maragall hará en Cataluña lo que hizo con Barcelona?".
Lo primero que hizo Maragall después de los rituales agradecimientos al editor fue mostrar su desacuerdo político con Rubert. Reiteró una de las ideas básicas del libro. La experiencia de gobierno en las ciudades ha permitido a los socialistas catalanes, explicó, construir propuestas útiles para afrontar los problemas de España. Y ahora ha llegado un momento en el que Cataluña tiene que superar "la etapa afirmativa y defensiva" de las últimas décadas "y presentar su proyecto con los pueblos de España".
Dicho esto, Maragall sostuvo, sin embargo, que Cataluña "no hará su camino" si se obsesiona por esta cuestión. "Cataluña debe dedicarse a resolver sus problemas, en vez de hablar de ellos para dar la culpa a otros". Eso significa que es hora de ocuparse de la educación, de las infraestructuras, del empleo, de las políticas para la familia, del problema de la vivienda, etcétera.
La actuación del actual Gobierno catalán ante estas cuestiones es "la perdigonada", dijo. Es decir, distribuir dinero a voleo para que todo el mundo tenga la sensación de que recibe algo. "Cataluña tiene un mensaje para España, pero sobre todo para ella misma, y de eso nos ocuparemos ahora", afirmó.
La oposición y los medios
De Els orígens del futur, editorial Planeta ha impreso 8.000 ejemplares en primera edición, lo que es mucho para un libro escrito en catalán. Se supone que un libro con las ideas políticas de un aspirante que tiene muchas posibilidades de ser el próximo presidente de la Generalitat ha de tener buena acogida.Además de exponer su proyecto para Cataluña y para España, Maragall ha incluido en este libro numerosas reflexiones. Algunas de ellas para defender la acción de los socialistas como oposición y quejarse de la actuación de los medios de comunicación. Como esta: "Uno de los misterios más bien guardados de la política catalana es la docilidad de la opinión pública, hasta ahora, a la prevalencia de los intereses del partido del gobierno por encima de los del país. Determinados sectores críticos culpan de ello a la oposición: demasiado blanda, dicen. Pero quizá el hecho tiene que ver con la doble garantía de la que he hablado antes: este es el primer Gobierno democrático y autónomo estable que tenemos desde hace casi 300 años. Y por vez primera tenemos medios de comunicación públicos dependientes del Gobierno. Y asaz potentes. El intento de ponerlos bajo autoridades independientes no ha prosperado, como se sabe".O esta otra. "Los medios de comunicación públicos deberían se neutrales en política, y los privados, en cambio, defender una opinión editorial clara. Los editoriales han sido en general excesivamente poco comprometidos y en cambio las informaciones, demasiado. Cuando llegan las elecciones los diarios 'no votan', a diferencia de lo que pasa en los países anglosajones. Muchas encuestas y muy poca opinión. Esta es la tónica dominante aquí".
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