¿Qué hacemos con los abuelos?

Se dice, bastante frecuentemente, que los mayores debemos evolucionar, o sea, que debemos tragar carros y carretas, y así aguantar cómo se comporta la juventud y, por supuesto, nuestros hijos.

Claro que nos vamos adaptando a los tiempos, sólo para no perder a nuestros hijos, los cuales se aprovechan de nuestro amor hacia ellos. Pero en nuestro fuero interno nosotros no estamos de acuerdo con su forma de ser ni de ver las cosas, y nos preguntamos ¿qué hemos hecho mal?

Han tenido un modelo de padres donde no ha faltado el amor, la comunicación, al menos por parte nuestra, y yo pregunto: ¿Hay cabida para los abuelos en estas familias? No, no la hay.

Lo que en mi adolescencia se les llamaba asilos (sólo para aquellas personas que deambulaban por las calles sin familia) hoy se les llama residencias, para aparcar a los ancianos. Sí, así es, aunque nos duela.

Hemos dado nuestra juventud, nuestro esfuerzo, día a día, con infinito amor. Ya hemos llegado a mayores, ya no producimos, nos van faltando las fuerzas. Concluyendo, no servimos para nada. Pues se aparca al abuelo en el asilo y ya no estorba.

De nada nos ha servido tragar carros y carretas porque, al final, hemos perdido a nuestros hijos. ¿Dónde ha quedado la familia? ¿Dónde el ejemplo que se les ha dado? Que nadie me diga que los hijos hacen lo que ven en sus padres, al menos los de mi generación.