Luis Roldán consigue la semilibertad tras cumplir ocho de los 31 años de su condena

Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil, ha conseguido el tercer grado penitenciario, lo que le permitirá salir de prisión por las mañanas y volver a dormir. Según fuentes de la Fiscalía General del Estado, la concesión de la semilibertad ha sido comunicada por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid al fiscal, que debe decidir ahora si recurre o no. Roldán podría dejar en unos días la cárcel de Brieva (Ávila), donde ha pasado ocho de los 31 años de condena por apropiación indebida. No obstante, anoche aún no había sido enviada a la prisión la resolución oficial.

Roldán ha logrado a la tercera el tercer grado penitenciario. La Junta de Tratamiento de Brieva decidió en julio por unanimidad no progresarle de grado, una posición idéntica a la que había tomado en enero último y en julio de 2001. Los técnicos alegaron en los tres casos la alarma social que provocó el asunto Roldán, la reincidencia en la acción delictiva que cometió desde su despacho de director general del instituto armado y el riesgo de fuga. La junta se ha opuesto también a los ocho permisos de salida (de seis días cada uno) de los que ha disfrutado en los últimos 15 meses por determinación judicial, el último en octubre pasado.

Roldán recurrió en septiembre la negativa ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid, del que depende la cárcel de Brieva, según confirmó ayer su abogado, Agustín Guardia, quien esperaba una decisión para finales de este mes. Anoche aún no había constancia oficial de la concesión del beneficio, ya que la resolución no había sido comunicada a Roldán, ni a la cárcel ni a Instituciones Penitenciarias, ni a Guardia. Este tipo de resoluciones suelen enviarse por fax a la prisión, mientras que el papel oficial llega un par de días después por correo, como ha ocurrido en todas las ocasiones anteriores con las peticiones y recursos de Roldán.

Fuentes de la Fiscalía General del Estado confirmaron que la juez comunicó ayer su posición favorable al tercer grado de Roldán a la fiscalía de Valladolid, que elevó consultas al departamento que dirige Jesús Cardenal. Éste, según los mismos medios, ha dejado el asunto en manos de Luis María Delgado, fiscal jefe de Valladolid, quien tendrá que optar por recurrir o no.

Guardia estima que la notificación judicial llegará por correo a Brieva mañana y que la salida en semilibertad de Roldán podría hacerse efectiva en unos días. De confirmarse, el ex director general estaría en tercer grado tras haber cumplido entre rejas sólo ocho de los 31 años de su condena. Roldán ingresó en prisión, tras una procelosa fuga, persecución y captura, el 28 de febrero de 1995. Fue condenado por el antiguo Código Penal a 31 años y, tras una maniobra jurídica, obtuvo la redención de pena que dicho texto prevé y, a la vez, el poder beneficiarse del adelantamiento de la libertad condicional que permite el nuevo Código. Así, el ex director general obtuvo una redención extraordinaria de condena de cinco años, a razón de un día por cada día pasado a la sombra entre 1995 y 2000, por lo que en su cuenta tiene como cumplidos casi 13 años.

Cómo el máximo de cumplimiento para este delito es de 20 años, Roldán podría salir en libertad condicional en mayo, una vez cumplidas las dos terceras partes de la pena (13,3 años), según el actual Código. Si no lo logra este beneficio, tendría que esperar a cumplir las tres cuartas partes de condena (15 años), lo que demoraría la condicional hasta 2005. En ambos casos, se requiere que previamente esté en tercer grado y que el pronóstico de reinserción sea favorable.

Roldán, matriculado en Ciencias Políticas de la UNED, tiene una oferta de trabajo firme en Zaragoza, ciudad en cuya cárcel ha pedido pasar el tercer grado, aunque quedaría definir cómo. El ex director general siempre ha salido de Brieva con escolta para proteger su vida (es un amenazado por ETA) y evitar una fuga, lo que debería mantenerse ahora. Según explican fuentes penitenciarias, se le podría dar el tercer grado especial (como a Rafael Vera y José Barrionuevo) por motivos de seguridad, para evitar entradas y salidas de presidio a horas fijas.