Un duelo atrapado por la depresión goleadora
Barcelona y Madrid acuden al encuentro del sábado en el Camp Nou compartiendo más defectos que exhibiendo virtudes
Pese a que entre ambos se sitúan hasta cinco equipos, Barcelona (10º) y Madrid (5º) comparten a la baja muchas más cosas de las que se presume, y entre ellas, el número de goles a favor (17), un dato sorprendente si se atiende a la nómina de delanteros de uno y otro.
En contra de lo previsto, el Madrid se defiende mejor (10 goles encajados por 13 de los azulgrana) que ataca. Tras debutar ante el Alavés saliendo desde el banquillo -marcó dos tantos-, lo cierto es que con Ronaldo de titular, el Madrid sólo ha ganado un partido, en Vallecas y en el último minuto -empató siete y perdió dos-, a excepción de la goleada protagonizada en Oviedo en la Copa... ¡por Portillo y Tote!.
"Ha sido uno de los peores partidos que he jugado en mi vida", sentenció el propio Ronaldo, refiriéndose al encuentro del pasado domingo, contra la Real Sociedad. "Fallé cosas muy fáciles", agregó al tiempo que se sentía "merecedor" de los pitos que le dedicó la hinchada. La rechifla expresa el mal humor acumulado por la afición hacia el pichichi del Mundial y aspirante al Balón de Oro, que desde su llegada al Madrid sólo ha sido capaz de rematar a portería cada 67 minutos en los seis encuentros de Liga que ha disputado, lejos de los registros de Nihat (38 minutos), Pandiani (48), Makaay (55) o Fernando Torres (50).
Mientras la delantera de los magnificos Figo, Zidane, Ronaldo, Raúl y Roberto Carlos no logra rivalizar con Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento (35 goles a favor y 10 en contra en las primeras diez jornadas) ni con la Quinta del Buitre del año 1987-88 (32 y 6) y ni siquiera con el dúo Butragueño-Zamorano del curso 1994-95 (21 y 11), la defensa actual evoca los tiempos de Capello. "Llevamos 10 goles en contra", recuerda Vicente Del Bosque, "y, además, no nos han metido ninguno de cabeza, ni de córner, y sí cuatro de penalti". El Madrid no recibía menos de 14 goles desde que lo dirigía el hoy entrenador del Roma.
En el Barcelona nunca se han contado públicamente los goles en contra, porque se dan por descontado, como si fuera un concesión consustancial al club o, como dice el entrenador, producto "de una chorrada". El equipo que prepara Louis van Gaal, en cualquier caso, es el más goleado de los últimos cinco años (13 tantos), por encima del que dirigieron Carles Rexach (7) y Llorenç Serra Ferrer (12), y del que manejó el propio técnico holandés en sus primeros tres años en el banquillo del Camp Nou (10, 11 y 11). Ofensivamente, en cambio, se mantiene el tono de los dos últimos años (17 goles en ambos, siendo ahora el más goleador en casa, aunque seis goles se los metió al Alavés) y está por debajo de los tres primeros años de Van Gaal (24, 20 y 24). Hay detalles más preocupantes, como por ejemplo que 12 de los 17 goles los han marcado tres futbolistas que se han quedado clavados: Saviola (2) no marca desde hace cuatro partidos; Kluivert (5) desde hace tres; y Luis Enrique (5) se lesionó hace tres jornadas y no estará a punto para el sábado, a diferencia de Overmars y Riquelme. La segunda línea (Xavi, Motta, Mendieta, Cocu y Riquelme) está muy alejada de gol (suman cuatro goles entre todos) por no hablar de la defensa (uno, de Navarro). Y, para rematar, el 42% de los tantos los ha obtenido en jugadas de estrategia, detalles que inciden en un asunto capital y es que el Barça ha perdido sus señas de identidad: ya no ataca por las bandas, la alineación de dos medias puntas entra en contradición con la titularidad de Riquelme y los rivales españoles le han encontrado el truco a diferencia de la Liga de Campeones, donde lo ha ganado todo.
La alarma en el Camp Nou se ha disparado por la posición en la tabla, la peor en los últimos 16 años, aun cuando la distancia con el Madrid es de sólo dos puntos. Nada que ver con el año pasado, cuando el Barça visitó el Bernabéu en la jornada 11 -la misma que la próxima- con seis puntos más. Alejados de su estadio, los dos equipos se desenfocan. Uno y otro sólo han ganado un partido (el Madrid en Vallecas y el Barça en San Mamés) y han marcado 5 y cuatro goles. La diferencia la marcan los intentos de dribling: 103 del Barcelona por 242 del Madrid, toda una declaración de intenciones.
Es evidente, por otra parte, que el Madrid se maneja mejor ante los grandes (empató con la Real, Depor y Betis mientras el Barça ha perdido con el Betis y el Depor), pero también es sabido que el equipo blanco no gana en el Camp Nou desde 1983. Uno y otro se enfrentan compartiendo más defectos que virtudes.
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