Jordi Porta gana la presidencia de Òmnium a Espar i Ticó tras lograr más del 50% de los votos

Tras un lento recuento de votos que terminó a las cinco de la madrugada del domingo, el renovador Jordi Porta se alzó con la presidencia de Òmnium Cultural. Con el 50,1% de los votos, Porta ganó por 304 votos a Josep Espar i Ticó, que obtuvo el 43,5% de los sufragios. Josep C. Vergés logró 285 votos, el 6,2% del total. Todos los miembros de la candidatura de Porta ocuparán en bloque la mitad de la junta directiva de la entidad cultural nacionalista, cuyos puestos también se disputaban en las elecciones celebradas el sábado en la sede barcelonesa del Colegio de Abogados.

Josep Espar i Ticó, fundador de Convergència Democràtica (CDC), representaba la continuidad con el presidente dimisionario Josep Millàs. Su derrota frente a Jordi Porta, síndic de greuges de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha sido interpretada en diversos medios como un varapalo al pujolismo. Así lo hizo el portavoz de Esquerra Republicana en el Parlament, Josep Huguet, quien afirmó a Europa Press que la victoria de Porta es "el primer capítulo del pospujolismo en el mundo cultural".

Pero Porta quiso ayer evitar cualquier lectura en clave política de su victoria: "No ha habido un comportamiento compacto en ningún partido en estas elecciones. Es cierto que algunos sectores han jugado muy fuerte, pero se ha demostrado que el socio no ha seguido ninguna consigna. Nuestra candidatura es la más transversal dentro del nacionalismo. Òmnium Cultural no debe ser correa de transmisión de ningún partido porque podría afectar al trabajo de una entidad que tiene que representar a la sociedad civil", afirmó.

Con Porta, otros 12 nombres entrarán a formar parte de la junta directiva de la entidad. Entre ellos, Miquel Esquirol, militante histórico de CiU, distanciado recientemente de la órbita de Jordi Pujol por el caso de la muta L'Aliança, y Miquel Sellarés, expulsado de CDC en 1990. En la nueva junta entrarán también personas procedentes de las delegaciones territoriales de Òmnium, jóvenes de la Plataforma per la Llengua y ex miembros de organizaciones estudiantiles de la órbita nacionalista e independentista.

A pesar de lo anunciado por él mismo semanas atrás, Jordi Porta manifestó ayer sus dudas sobre la posible incorporación de Espar a la nueva junta como vicepresidente en sustitución del hasta ahora presidente en funciones, Miquel Bes. Lo hizo a tenor de las declaraciones del candidato perdedor durante la noche electoral, quien afirmó que si ganaba Porta, Òmnium no duraría "ni dos meses". "Dije que favoreceríamos su entrada en la junta siempre que se mantuviera un espíritu de unidad, pero como nos ha dado tan poco tiempo de vida quizá no tendremos tiempo de ofrecérselo", ironizó Porta.

En todo caso, el nuevo presidente aseguró que sus prioridades serán reunirse con todas las partes y elaborar los presupuestos de la entidad para 2003. A su juicio, Òmnium se tiene que erigir en "líder" de asociaciones de los territorios de habla catalana; trabajar por ampliar su base social, sobre todo entre la juventud, y entrar en contacto con asociaciones de inmigrantes para "hacer un esfuerzo de pedagogía sobre la realidad catalana y establecer lazos afectivos".