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Entrevista:JOSÉ ANTONIO PASTOR | Candidato del PSE a diputado general vizcaíno

"En Vizcaya no es inevitable que gobierne el PNV"

José Antonio Pastor (Ortuella, 43 años), secretario general del PSE vizcaíno desde mayo y alcalde de su localidad natal los últimos 15 años, se estrenará en breve en la competición por ser el próximo diputado general de Vizcaya.

Pregunta. ¿Qué discurso llevará el PSE a las elecciones en Vizcaya?

Respuesta. Tenemos que conseguir trasladar que en Vizcaya no es inevitable un gobierno nacionalista, algo que está instalado incluso en nuestro electorado, como si la única posibilidad fuese ser acompañante u oposición del nacionalismo. Somos alternativa de gobierno también aquí.

P. ¿Y de la mano de quién pretende el PSE romper esa inevitabilidad de la que habla?

R. Lo que queremos es romper el Gobierno monocolor en la Diputación. Queremos apostar por un Gobierno más plural y, en cualquier caso, no bajo la égida del PNV. Hay que llevar a ayuntamientos y diputaciones el ejercicio de pluralidad y tolerancia que ahora no se practica ni en el Gobierno ni en el Parlamento vascos. Hay que convertir los ayuntamientos en escuelas de democracia.

"Queremos atraer ese voto moderado que ha ido al PNV cuando no hacía política-ficción"
"La ausencia de Batasuna puede dar la mayoría absoluta a cualquier bloque"

P. ¿No llevan los socialistas mucho tiempo atrapados en el conflicto de pivotar hacia PP o PNV?

R. Ésa ha sido una dinámica perversa en que hemos estado metidos demasiado tiempo. Pero ahora aspiramos a ser el partido sobre el que pivote la política vizcaína con un discurso propio. Es justo la apuesta que se hizo en el último congreso extraordinario del PSE.

P. Parece complicado llevar adelante la teoría de los puentes mientras Ibarretxe profundiza en el soberanismo.

R. Claro, porque la política de los puentes pretendía acercar al nacionalismo a nuestra orilla, a la de la racionalidad política. El problema es que Ibarretxe y el PNV no van a cambiar hasta que no fracasen en las urnas.

P. Pese al resultado del congreso, el PSE sigue teniendo varias voces, discursos que chirrían.

R. No hay tantas voces chirriantes. El socialismo vasco ha dejado de ser una jaula de grillos. Es verdad que hablan Javier Rojo, Patxi López y algunos otros, pero el discurso es concordante. Existe la excepción de Odón Elorza, pero sus tesis no son nuevas.

P. La cuestión no es si son nuevas, sino si es conveniente hablar del modelo de Quebec con el plan de Ibarretxe encima de la mesa.

R. Desde que le conozco, Odón ha mantenido una voz crítica y diferenciada en el socialismo vasco. Es una opción enriquecedora que no hay que satanizar ni desde fuera ni desde dentro del partido. Odón no está vendido al nacionalismo, pero yo nunca hubiera sacado el modelo de Quebec, no es oportuno mientras persista la violencia. El debate ahora es cómo mantener la legalidad vigente y garantizar la libertad.

P. Nicolás Redondo declaraba esta semana que no votaría a Elorza. Hay mucho baile de nombres y fichajes en esta precampaña.

R. Históricamente, el partido ha mantenido una política de atracción de todo el entorno progresista. Pero lo que queremos realmente es atraer ese voto moderado nacionalista que ha ido al PNV cuando tenía una política muy diferente a la política-ficción de ahora, a ese electorado que se ve mucho más reflejado en una política de profundización estatutaria y desarrollo pleno del autogobierno en el marco constitucional por la que aboga el PSE.

P. Siempre es más fácil arrastrar ese voto de la mano de personas como Emilio Guevara, ¿no?

R. En Vizcaya lo que hemos tenido es una avalancha de personas que se han acercado al partido, más por solidaridad con nuestra gente amenazada, aunque también ofreciéndose a ir en listas. No tenemos gestiones avanzadas con personalidades independientes.

P. ¿Tienen muchos problemas para confeccionar las listas?

R. Nuestra gente está dispuesta a repetir en sus cargos de responsabilidad, algunos incluso de forma sorprendente, porque sabemos que lo están pasando fatal. Igual tenemos más problemas para rellenar las listas en algunos municipios. Pero si nos vemos obligados a recurrir a gente del partido de fuera no lo esconderemos.

P. Hay un dato novedoso: la previsible ausencia de Batasuna en las elecciones. Ustedes quieren dar un mordisco al nacionalismo y éste, a su vez, a la izquierda abertzale. ¿Cómo puede influir en el resultado final esa ausencia?

R. Es una incógnita. El PNV va a tratar de morder ese electorado si finalmente no se presentan. La no presentación de Batasuna puede dar la mayoría absoluta a los nacionalistas, pero también a los constitucionalistas. Puede dar un vuelco absoluto a la política vizcaína.

P. ¿La posición del PP y la propuesta de Ibarretxe acabarán tapando la discusión en unas elecciones tan cercanas al ciudadano?

R. Ésa va a ser la intención del PNV: centrar la campaña en una especie de test del plan de Ibarretxe. Nosotros pondremos en valor la gestión de los ayuntamientos socialistas y presentaremos las alternativas donde hemos sido oposición. En dos palabras: menos euskotema y más preocupación por los problemas reales de los ciudadanos, que no es superar el marco jurídico cuando se levantan de la cama, como dice Egibar, sino solucionar el problema del desempleo de sus hijos o cómo llegar al trabajo sin aguantar cinco horas de caravana en las autopistas vizcaínas.

P. ¿Y sus ofertas concretas?

R. Vamos a hacer hincapié, también en Guipúzcoa, en la modificación de las aportaciones forales a los ayuntamientos. Plantear que el 60% de los fondos forales, descontada la cantidad correspondiente al Gobierno, vaya a los municipios y la participación de éstos en el Consejo Vasco de Finanzas. Hay que dar un impulso tremendo a las infraestructuras, sobre todo viarias, ya que estamos en una situación de práctico colapso, y dar un giro importantísimo a la política social.

P. ¿Qué objetivos principales se marcan en las municipales?

R. Tenemos una expectativa muy clara de crecer en Bilbao y nos planteamos mantener nuestras alcaldías y recuperar algunas, por ejemplo, Basauri.

P. ¿Ha notado en sus militantes y cargos más confianza tras los acuerdos de Arkaute y el Pacto Antiterrorista?

R. Los acuerdos se han formalizado a nivel político, pero todavía no han tenido una aplicación concreta en los ayuntamientos.

P. ¿Las declaraciones de Mayor acusándoles poco menos que de "arrugarse" ante el terror van a tener la contrapartida de decirle al PP que no irá con los socialistas a ningún lado?

R. Lo que le hemos dicho al PP es que no vamos a ir a la elaboración de listas conjuntas. Lo que es una inmoralidad es que Mayor se permita el lujo de decir que los socialistas vascos no aguantan nada. Es un sarcasmo que se diga a compañeros que llevan muchos más años que el PP aguantando el tipo en este país que se arrugan. No coincidir con la estrategia del PP no significa en absoluto que se esté desistiendo del Estado de Derecho.

P. ¿Qué pasará con las alcaldías que los independentistas gobiernen en minoría?

R. El partido socialista ya propuso antes que el PP a PNV y EA presentar mociones de censura para desalojar a Batasuna. Cuando se conformen los gobiernos municipales, en función del resultado de Batasuna si se puede o no presentar, en todos aquellos sitios donde consigamos que sea un partido democrático el que gobierne, haremos los esfuerzos necesarios para que no ocupen ninguna alcaldía.

P. Está sobre la mesa la propuesta de Eudel para pagar a los portavoces municipales. ¿El erario público debe pagar a los concejales, al menos a los portavoces, para incentivar su participación?

R. En el País Vasco es absolutamente imprescindible. El trabajo de los ediles, en circunstancias muy difíciles, en ocasiones con pérdida de puestos de trabajo, hace imprescindible que los portavoces de todos los grupos puedan tener al menos la garantía de que van a poder desarrollar el trabajo en el consistorio en plenas condiciones de dignidad. Espero que todos los partidos tengan la sensibilidad suficiente como para que se pueda poner en marcha ya.

P. El acuerdo de Eudel de apoyo a los amenazados y por la pluralidad, ¿qué virtualidad ha tenido? Parece que se ha ido diluyendo su efectividad.

R. Sí, porque lo que fue un primer paso en la posible reconducción de la unidad democrática, a medida que el PNV ha ido decantándose por otro tipo de proyecto, ha conseguido que esa actuación se haya diluido. Ni se han constituido en la mayoría de los ayuntamientos los foros de apoyo a los amenazados, ni al final probablemente haya servido para algo más que conseguir un mayor compromiso personal de apoyo en cada ayuntamiento.

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