Loyola de Palacio relaciona con la evasión de impuestos en Gibraltar el incidente del petrolero

El incidente del petrolero Prestige ha desembocado en un conflicto diplomático entre España y el Reino Unido, al que ayer se sumó con sus declaraciones la dirigente del PP y comisaria europea de Transportes y Energía Loyola de Palacio. 'En Gibraltar estamos ante un caso más de evasión de impuestos, de contrabando y de actividades no adecuadas'. Le contestó el embajador británico en España, Peter Torry: 'Estas acusaciones sin base me parecen lamentables'. El Gobierno español volvió a denunciar que el petrolero naufragado frente a las costas gallegas se dirigía a Gibraltar.

Con la información sobre ese supuesto destino del petrolero, el Ministerio de Exteriores trasladó el jueves su queja a la Comisión Europea por la falta de control en Gibraltar de barcos como el Prestige, dado que el Peñón está excluido de la aplicación de las directivas comunitarias sobre seguridad marítima.

El embajador británico desmintió que el destino del barco fuese Gibraltar: 'La empresa transportaba combustible desde Letonia a Singapur. No hay ninguna prueba de que el mismo tuviera previsto recalar en Gibraltar; el puerto de Gibraltar no ha recibido notificación alguna al respecto'.

La empresa Crown Resource, consignataria del Prestige, afirmó ayer en una escueta nota de prensa emitida por la tarde, que el buque partió de San Petersburgo con destino a Singapur, y que no tenía previsto hacer escala en Gibraltar.

La comisaria de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, cargó por la mañana contra Gibraltar en declaraciones a Onda Cero: 'El Peñón se ha convertido en un sitio de actividades no adecuadas, de contrabando y evasión de impuestos'.

El embajador británico consideró que las declaraciones de Loyola de Palacio 'no son la manera más adecuada de crear el clima de confianza' que necesitan los Gobiernos español y británico 'para llegar a un posible acuerdo sobre Gibraltar', declaró a la Cadena SER. 'El Gobierno británico lo va a superar, pero no va a hacer las cosas más fáciles'.

El vicepresidente primero del Gobierno español, Mariano Rajoy, insistió ayer en que 'el propio armador griego del buque informó de que el combustible tenía como destino el puerto de Gibraltar. Éste es un barco que ha estado en Gibraltar y su destino actual era también Gibraltar'. España ha protestado 'por vía diplomática' ante 'varios países' por la situación creada por el petrolero, agregó.

Rajoy explicó que 'las protestas se centran en la falta de las adecuadas medidas de seguridad y el estado del buque'.

El Ministerio de Fomento 'ha planteado al Ministerio de Asuntos Exteriores que se presente una queja a las autoridades de Gran Bretaña por el incumplimiento de las normas comunitarias en el puerto de Gibraltar', y ante 'Letonia, Bahamas y Grecia y los Estados Unidos, ya que los certificados reglamentarios proceden de un organismo de ese [último] país'.

El embajador británico replicó: 'Gibraltar cuenta con una sólida trayectoria de cumplimiento de la legislación europea. No todas las normas comunitarias son de aplicación en Gibraltar debido al estatus especial de la misma dentro de la Unión Europea. No obstante, en lo relacionado con la seguridad marítima, consideramos que Gibraltar cumple íntegramente todas las obligaciones internacionales y de la Unión Europea y, entre ellas, las relativas a las inspecciones de rutina de buques que recalan en un puerto'.