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Aznar asegura que el PHN es una realidad irreversible y se hará con todas las consecuencias

La fase inicial de la conducción arranca con retraso y el resto de la obra no está licitada

El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer en Villena que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) es 'irreversible' con el inicio de las obras del trasvase Júcar-Vinalopó, del que se beneficiarán las comarcas del sur de Alicante. La conducción, que costará 230 millones de euros y transportará un máximo de 80 hectómetros cúbicos, arranca casi un año después de adjudicarse las obras de la primera fase -4,5 kilómetros de tuberías-. Los seis tramos restantes saldrán a licitación antes de final de año, según se comprometió Aznar.

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El presidente del Gobierno aseguró ayer que el Plan Hidrológico Nacional 'es irreversible' tras colocar la primera piedra del trasvase Júcar-Vinalopó en Cortes de Pallás, población de la que arranca la conducción que llevará los excedentes de agua del Júcar a las comarcas del sur de Alicante.

Aznar inició en el embalse de Cortes una visita a tres localidades valencianas afectadas por el trasvase. En Cortes, Aznar descubrió un monolito conmemorativo del inicio de las obras y se marchó sin pronunciar palabra y en helicóptero desde las cercanas instalaciones de Iberdrola a Villena, localidad donde concluye el trasvase. Ante el millar de personas que abarrotaban el Teatro Chapí de la localidad alicantina, Aznar defendió el PHN 'porque beneficia a todos y no perjudica a nadie'. 'Es irreversible', sentenció. El presidente, que eludió a los medios de comunicación durante toda la visita, omitió cualquier referencia al trasvase del Ebro que, de ejecutarse, duplicaría el trasvase iniciado con el acto simbólico de ayer.

El presidente del Gobierno, arropado por los ministros de Medio Ambiente y de Trabajo, Jaume Matas y Eduardo Zaplana, el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, y un sinfín de cargos públicos del PP -algunos con fotógrafo propio- escenificó en el teatro alicantino la culminación de una reivindicación centenaria de los regantes del Vinalopó, L'Alacantí y la Marina Baixa: más agua del Júcar con la que paliar el crónico déficit hídrico del Vinalopó. 'Gracias, por traernos el agua antes de lo previsto', espetó uno de los asistentes.

Aznar apeló al sentido común para evitar que el reparto del agua 'se convierta en motivo de enfrentamiento' y destacó la valentía de su Gobierno por aprobar el PHN. 'Ningún Gobierno se ha atrevido hasta ahora a aprobar un proyecto así, porque resultaba dífícil, pero una vez lanzado se hará con todas las consecuencias', precisó. El titular se comprometió ante los regantes alicantinos a licitar los tramos restantes del trasvase a las cuencas del Vinalopó -seis en total- antes de que acabe el año. Con el acto de ayer, Aznar dio por cumplidas las tres prioridades que su Gobierno se había trazado para la Comunidad Valenciana: la autovía Valencia-Madrid, el AVE, y PHN.

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El presidente hizo su tercera y última escala en Carcaixent, población de gran tradición citrícola, donde le esperaba un reducido grupo de activistas contrarios al trasvase y convocantes de la manifestación del 24 de noviembre. Mientras se esperaba la llegada de Aznar, los agricultores convocados al almuerzo con el presidente del Gobierno increparon a los manifestantes por oponerse a las grandes obras hidráulicas. Aznar llegó con retraso y se dirigió a los cerca de 700 agricultores presentes en la sala, muchos de ellos de fuera de la localidad de Carcaixent, que gobierna el PP. Era un acto con agricultores, pero en el almuerzo sólo se había previsto la presencia de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). A última hora se invitó al secretario de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, quien después de atender la repentina solicitud de la Generalitat, abandonó el recinto tras comprobar que no tenía sitio reservado en la mesa presidida por Aznar como el presidente de AVA, Cristóbal Aguado. Zaplana y la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, fueron tras él y lo sentaron en la mesa de autoridades.

El presidente del Gobierno aprovechó el peso que la citricultura tiene en Carcaixent para presumir de la gestión personal que hizo ante el presidente de EE UU, George W. Bush, para que levantara el veto a la exportación de clementinas valencianas. 'No fue un problema fácil y si se ha solucionado es gracias al empeño personal de Bush. Fue él quien se comprometió conmigo', manifestó Aznar ante un auditorio tan atónito como entusiasta.

El presidente del Gobierno volvió a Madrid con un manifiesto bajo el brazo, firmado por todos los alcaldes del Vinalopó, entre ellos, los socialistas de Aspe, Monforte o Bigastro. En el documento los ediles expresan su apoyo sin ambages al PHN e instan al Gobierno a agilizar todas las obras que recoge el documento, 'y de manera especial las del trasvase Júcar-Vinalopó y las del trasvase del Ebro'.

Aznar, ayer, en el momento de descubrir la placa del trasvase Júcar-Vinalopó en Cortes de Pallás.
Aznar, ayer, en el momento de descubrir la placa del trasvase Júcar-Vinalopó en Cortes de Pallás.CARLES FRANCESC

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