Torelló celebra los 20 años de su festival de cine de montaña y aventura

Toda la emoción de escalar una montaña o hacer rafting vivida desde la butaca de una sala de proyecciones. Esta es la propuesta que un año más, y ya suman 20, hace a partir de hoy el Festival Internacional de Cine de Montaña y Aventura de Torelló. Un total de 53 documentales, reportajes o películas se exhibirán durante los próximos 10 días en un certamen que tiene la voluntad de ser testimonio de la evolución de los deportes de montaña y de los logros más importantes conseguidos en las cordilleras de todo el mundo, sin olvidar la defensa del medio ambiente y el homenaje a las personas que han convertido la montaña en su pasión.

Precisamente esta voluntad de reconocimiento es otro de los ejes centrales del festival. Este año, y para celebrar su 20º aniversario, la organización ha preparado un homenaje especial a 11 de los mejores alpinistas de todo el mundo. Los norteamericanos Jim Bridwell y Royal Robbins, el japonés Junko Tabei, y los españoles Josep Manel Anglada, Carles Vallès, Miguel Ángel Gallego y Mari Abrego, entre otros, estarán presentes en Torelló (Osona) y participarán en sesiones especiales sobre el alpinismo (día 16) y el Everest (día 21). También algunos de ellos serán los protagonistas del café-charla del día 23, en el que responderán a las preguntas del público asistente.

Aparte de la sección competitiva, en la que 43 cintas rivalizarán para conseguir la Flor de Neu d'Or, el certamen ofrece una retrospectiva del director alemán Gerhard Baur en la sección IAMF; una selección de cinco de los mejores títulos que se han visto en la historia del festival, en la sección Cinema Cirvianum; y la proyección de En ruta hacia El Dorado para los más pequeños.

Exposiciones y un espacio editorial que ofrecerá unas 200 novedades en publicaciones relacionadas con la montaña y la naturaleza son algunas de las propuestas complementarias de este certamen, que este año ha ampliado su aforo en un 20% para acoger el creciente número de público que año tras año se acerca al Cirvianum de Torelló para disfrutar de la montaña.