Obra de Dios
Europa prepara su Constitución, y los Partidos Populares proponen que se incluyan en ellas los 'valores indivisibles', la 'igualdad, fraternidad y solidaridad' de su 'herencia religiosa'. Qué cara. Ya han birlado la Revolución Francesa, y toda su filosofía, solamente por cambiar nuestra 'fraternidad' por 'solidaridad': se lo roban todo. ¿Y los valores? Los de la Unión, dicen los tíos, incluyen los de quienes 'creen en Dios como fuente de verdad, justicia, bondad y belleza'. Ya me han dejado fuera otra vez: los que me declararon antiespañol, me declaran ahora antieuropeo. Ya sé que no hacen tan cuidadoso tratado contra mí, aunque a veces lo sospeche (cuestión de paranoia). Yo tengo 'valores' que vienen de los librepensadores, de los ilustrados y los antidogmáticos, de un par de revoluciones grandes y de otras pequeñas, de algunas defensas terribles -como la de los rojos contra los deístas, los demagogos de Dios, en nuestra guerra- y de casi todos los ahorcados, fusilados o bombardeados en esta Europa en la que creía antes de que fuera de Berlusconi, Aznar, Tony Blair y George Bush y de estos desagradables personajes que son el belga Martens y el alemán Brok, autores de este proyecto para la Constitución. Yo no reniego de mi 'herencia religiosa', desde que supe que no era religiosa, sino de un ser humano al que se llamó Jesús, al que los dementes y aprovechados poderes creadores del miedo declararon hijo de Dios, milagroso y resurrecto. Los evangelios me aprovecharon; y Buda, y Confucio, que no están en la 'herencia religiosa' de Europa; y Yahvé antes de la fundación del Estado de Israel (y separando el Antiguo Testamento, tan macabro y vengativo). Forman parte de algo de mi ateísmo, tan flagrante como impune, tan sin angustias metafísicas, tan fuera de los pecados como atentados contra uno mismo; me aprovecharon los enciclopedistas, y los dos socialismos, el 'científico' y el 'utópico'; y Freud y el amor libre, y cosas así por las cuales iba uno a la cárcel y ahora a la marginación del Estado, la Comunidad, el Ayuntamiento y parte de la sociedad civil: incluso por los ateos de dentro del armario por miedo -tan razonable- o codicia.
Creo que este proyecto de los Populares, esta creencia constitucional de que Europa es obra de Dios -Opus Dei-, no prosperará. Pero no estoy nada seguro.
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